Ana Julia Quezada, la asesina del pequeño Gabriel Cruz, es la primera mujer en España condenada a prisión permanente revisable. Tras ser declarada culpable por el jurado, la Audiencia la castiga a la pena más grave por los agravantes de "alevosía" y la relación de parentesco que tenía con el niño. Al asesinato se suma las lesiones psíquicas que provocó en los padres al ocultarles lo ocurrido durante esos 13 días de angustiosa búsqueda