El uso del esperma de un fallecido para fecundar un hijo es legal en España, para ello es fundamental que el hombre haya dejado su consentimiento por escrito. Además, sólo su pareja puede fecundarlo. Según la ley el documento con el que consiente la fecundación es el que acredita como hijo legal al niño nacido con el esperma congelado y tiene los mismos derechos hereditarios que el concebido por medios naturales Pero esta ley tiene unas limitaciones. Por ejemplo, el tiempo para utilizar el esperma, hasta 12 meses después del fallecimiento. Por último, la legislación no establece límites para su uso, es decir, se pueden gestar tantos hijos como se desee siempre que el esperma.