Mientras los científicos tratan de desentrañar el motivo de estas acciones, lo cierto es que el número de ejemplares involucrados en las mismas está aumentando. Según los datos que maneja del grupo de trabajo creado sobre este fenómeno, en 2020 eran tres las orcas implicadas (a las que se conocía incluso por su ‘nombre’), pero ahora ya son 14.

“En todos los casos analizados de interacciones ocurridas desde julio de 2020 no se ha observado ninguna actitud agresiva por parte de los cetáceos hacia los humanos”, recalca un comunicado del Ministerio para la Transición Ecológica. Sin embargo, un 15% de estos episodios sí ha causado daños materiales en las embarcaciones, lo que obligó el verano pasado a decretar desde la Capitanía Marítima una prohibición temporal de navegación en dicha zona para veleros de tamaño pequeño o mediano.

Aunque en la mayor parte de las ocasiones, los animales se limitan a acosar o embestir los barcos, también están rompiendo sus timones y, en tres ocasiones desde 2020, han llegado a hundir la embarcación. El último caso se ha producido este mismo mes de mayo cerca de Barbate (Cádiz).

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