Es un personaje clásico de la literatura infantil británica y ha debido superar numerosas trabas, hasta el punto de que solo el guión ha tardado cinco años en tener vía libre, para recibir el necesario visto bueno de su creador, Michael Bond. El caso es que, finalmente, este osito entrañable, que pocos sabía en principio que es peruano, ya tiene su primera aventura en la pantalla grande nada menos que 56 años después de que apareciese en 1958 en las librerías. El primer libro fue Un oso llamado Paddington y desde entonces han aparecido otros 21 cuentos, que han sido traducidos a 40 idiomas y de los que se han vendido más de 30 millones de ejemplares en todo el mundo. Aunque muchos han querido ver en él rasgos del protagonista de Ted, que es otro osito que se ha hecho muy popular desde que en 2012 protagonizó su primera cinta, es obvio que las diferencias entre ambos son palpables, especialmente porque Ted es un relato para adultos.
El personaje ha calado, sobre todo, por ser muy educado, por su buen corazón y por tener las mejores intenciones. El director encargado de darle vida en los fotogramas ha sido Paul King, un profesional entregado por entero a la televisión que solo había dirigido un largometraje previo, Bunny and the Bull en 2009. Para él, lo bueno de Paddington es que es un extraño tratando de encajar en un mundo nuevo. «Es una historia -dijo- de inmigrantes. He tratado de buscar inspiración en películas como Oliver Twist, grandes historias sobre pequeñas personas que vienen a un nuevo mundo». Paddington ha crecido en las profundidades de la selva peruana junto a su tía Lucy quien, debido a un encuentro casual con un explorador inglés, ha inculcado en su sobrino el sueño de vivir una vida emociones.
