La Conselleria de Educación, a través de la empresa pública Ciegsa, ya ha iniciado las obras de construcción del comedor del colegio Pla Barraques. Tras años de reclamaciones y casi quince meses después de conceder el Ayuntamiento de El Campello la licencia de obras, por fin esta instalación empieza a ser una realidad que permitirá acabar con el colapso del actual comedor, acondicionado en 1991 para 120 escolares y que actualmente emplean 300 niños en dos turnos. El colegio no dispone de un comedor amplio, con cocina en condiciones y todas sus dotaciones, sino que presta este servicio en un aula de reducidas dimensiones.

Las obras tienen un presupuesto de 581.000 euros y se desarrollan en una parcela de 1.000 m2 anexa al centro que el Ayuntamiento ha cedido a Educación, y donde también se espera que en el futuro se construya el gimnasio, que en un principio iba a levantar al mismo tiempo que el comedor pero que al final Educación ha pospuesto. Con las nuevas dependencias el colegio va a poder aprovechar el actual comedor y cocina, redistribuyendo así los espacios en un centro que está muy congestionado por la falta espacio. En cuanto al gimnasio, desde la Ampa esperan que el proyecto se pueda poner en marcha cuanto antes, ya que el centro carece de esta infraestructura y la educación física se imparte al aire libre, y cuando el tiempo no lo permite se traslada a la zona cubierta del patio.

Hay que recordar que la Corporación concedió por la vía de urgencia en febrero de 2008 la licencia de obra a Ciegsa para que iniciará los trabajos, pero no ha sido hasta ahora cuando han arrancado los trabajos.

Deficiencias

La Ampa destaca que el Ayuntamiento ha subsanado las deficiencias que le competían, como mejoras en la grifería, iluminación y pista de baloncesto, pintado y supresión de areneros, entre otras actuaciones, pero piden a la Corporación medie con Educación para resolver otros problemas que siguen pendientes. Recuerdan que continúan existiendo otras deficiencias, como el mal estado de los aseos del edificio de primero y segundo de Primaria, el peligro de los tejados de uralita, deficiencias en materia de seguridad y otros problemas aún no resueltos por parte de la Conselleria.