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Xixona

Las sucesivas olas de calor salvan la campaña del helado

El sector mantiene la cifra de ventas del año pasado y remonta pese al mal inicio de temporada por una primavera adversa

Las sucesivas olas de calor salvan la campaña del heladoCARLA CORTÉS

El agosto más caluroso de los últimos 40 años y un verano con continuas entradas de aire sahariano han permitido salvar la campaña del helado, un sector muy dependiente del clima.

El presidente de la Asociación Empresarial Nacional de Elaboradores, Artesanos y Comerciantes de Helados y Horchatas (Anhcea), José Luis Gisbert, cuya sede está en Xixona, afirmó que en agosto no solo han igualado las ventas respecto a años anteriores, sino que las han superado. "Se trata del mes más importante para nosotros y gracias al calor hemos podido hacer muy buenos números", indicó.

Por ello, y pese a que la temporada del helado no finaliza hasta el 12 de octubre, Gisbert señaló que las ventas "se han mantenido y confiamos al final en igualar la facturación de 2011".

Y eso que la campaña no comenzó nada bien, con una primavera adversa que no invitaba a consumir helados. Además, la celebración de la Eurocopa de fútbol fue otro hándicap para el sector, ya que las heladerías no suelen disponer de grandes pantallas de televisión y los consumidores prefirieron quedarse en casa o acudir a bares y restaurantes para ver los partidos de la selección española.

Pero llegó junio y con él la primera bolsa de aire sahariano del mes, a lo que se unió el aumento de la humedad, que superó el 60 por ciento. Ese mismo mes hubo otras dos entradas de aire cálido y seco del desierto, los dos últimos fines de semana, lo que también propició que aumentase el consumo.

En julio, entre los días 19 y 22 la provincia sufrió otra llegada de viento del Sahara, con temperaturas que rozaron los 37 grados en el interior.

Pero, sin duda, lo mejor para los heladeros estaba por llegar: un agosto asfixiante, con máximas de hasta 43 grados y mínimas de 24, que dificultaban el descanso nocturno y que empujaban a combatir el calor en heladerías.

Termómetros disparados

El segundo fin de semana de agosto se dispararon los termómetros, con una sensación de bochorno casi insoportable y con localidades del interior como Alcoy y Muro que alcanzaron los 43 grados y otras como Villena, Castalla, Onil, Cocentaina e Ibi que superaron los 40.

El tercer fin de semana del mes volvió a estar en alerta naranja por las elevadas temperaturas, aunque ligeramente menores que las de días anteriores. Por último, la semana siguiente volvió a dejar una ola de calor, lo que convirtió agosto en el más cálido desde el año 1971, en que se empezaron a recopilar estos datos.

Los heladeros confían en este último mes de la temporada y, si se cumplen los pronósticos de tiempo seco y cálido de septiembre, "nos damos por contentos con la temporada, teniendo en cuenta la situación de crisis generalizada y la bajada de ventas que están sufriendo otros sectores", agregó el dirigente.

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