La enfermedad de alzhéimer conlleva unas importantes implicaciones socio-familiares. De ahí que el mejor consejo que se puede dar a un cuidador, según explica María José Sáenz, «es el de informarse, formarse y cuidarse». En este sentido, la unidad que ella dirige organiza e imparte durante todo el año cursos de cuidadores, tanto en horario de mañana como de tarde para facilitar su asistencia. La valoración de las familias sobre estos cursos, explica la doctora, «es muy satisfactoria».

También sirve de gran apoyo al cuidador la disponibilidad de un servicio de atención telefónica, «a través del que resolvemos de forma protocolizada y rápida una serie de problemas médicos o burocráticos, evitando desplazamientos del enfermo y la familia, así como la sobrecarga y costes de otros recursos asistenciales, como las urgencias, la atención primaria...». Otro pilar importante de la unidad es la docencia. «En el último año se han establecido convenios con las unidades docentes de otros hospitales de la provincia para colaborar en la formación de residentes en Psiquiatría y Psicología en el campo de las demencias mediante estancias trimestrales en nuestra unidad».