Síguenos en redes sociales:

Esplendor medieval

La localidad de Mutxamel vivó ayer el día grande de sus fiestas de Moros y Cristianos con una majestuosa entrada en la que participaron unos 5.000 festeros

Esplendor medieval

Ayer en Mutxamel no cabía un alfiler. La Entrada de Moros y Cristianos volvió a ser un éxito en cuanto a la cantidad de público asistente, que abarrotó la avenida Carlos Soler. Cualquier sitio era bueno para poder ver desfilar a las cuatro comparsas del bando de la cruz y a las cinco de las huestes de la media luna. Es indudable que las fiestas de la localidad logran una mayor notoriedad con el paso de los años. Así quedó patente ayer con la presencia de 15.000 vecinos y visitantes y con la participación de cerca de 5.000 festeros, según el presidente de la Comisión de Fiestas, Pedro Miguel Planelles.

Como marca la tradición, el bando cristiano fue el encargado de abrir la Entrada. Así, tras un grupo de cornetas y tambores, los Maseros, que ostentaron la Capitanía en 2016 y que este año celebran su 40 aniversario, rompieron el hielo. Tras ellos desfiló la comparsa Pirates y los Contrabandistas, con una escuadra especial de mujeres veteranas que portaban trajes de gitana de hace más de 20 años.

Pero uno de los momentos más esperados e importantes de la entrada fue la aparición de la comparsa Templarios y del espectáculo que presentaron con motivo de su Capitanía. «La Rendición de Granada» era el título del boato que los festeros han estado preparando durante meses y que, finalmente, ofrecieron ayer al público. La reconquista del Reino de Granada por parte de los Reyes Católicos y el auge de las coronas de Castilla y Aragón por el mundo fue el hilo conductor de la Capitanía Cristiana.

El boato de los Templarios contó con una lucha de espaderos que hacía referencia a la batalla de Málaga que tuvo lugar en el siglo XV, con una reproducción de la entrega de las llaves de Granada por parte del emir Boabdil a los Reyes Católicos y con una amplia formación de banderines que simbolizaba la entrada al Reino en 1492.

Los Templarios reflejaron la historia de la Reconquista cristiana en un boato en el que tampoco faltó una gran variedad de armas (cañones, arcos, lanzas) para simbolizar el poder de sus huestes y hasta un herrero, el encargado de forjarlas. Además, tres jovenes sobre una almena simbolizaron la leyenda de las princesas musulmanas de la Alhambra, que se enamoraron de tres caballeros cristianos.

Finalmente, el extenso boato de los Templarios dio paso a la carroza de los Capitanes Cristianos, Miguel Reyes Cerdá y Ana Isabel Jerez, que junto con el abanderado Miguel Cerdá, no dejaron de sonreír y de saludar al público asistente.

Tiempo después, una banda de cornetas y tambores anunció la llegada de los Moros del Cordó. La Capitanía del bando de la media luna ofreció un boato basado en las costumbres y en la vida de los musulmanes en el desierto. Bajo el título «Un oasis llamado Mutxamel», esta comparsa, fundada en 1898, presentó un boato que simbolizaba el regreso de las huestes de la contienda con aires victoriosos y con paso firme.

Así, el zoco árabe, recreado sobre varias plataformas móviles, fue uno de los elementos más característicos del boato de los Moros del Cordó. Los festeros repartieron al público pastas, té, aceitunas y dátiles y un ballet se encargó de reflejar el desierto con unos originales trajes de los animales que habitan en él: serpientes, escorpiones y lagartos.

Un dromedario hizo las delicias de los más pequeños y cuatro bandas de música acompañaron a la comparsa en su desfile por la avenida Carlos Soler. Además, los Capitanes, Gustavo Blasco y Lidia Mula, aparecieron en una carroza que simbolizaba un palacio junto al abanderado, Jorge José Sirvent, y a una escuadra especial de 15 personas.

Cerca de las 22.00 horas, el desfile se completó con el resto de las comparsas moras: Zegríes, Xodios, Abencerrajes y Els Pacos.

Por otra parte, la entrada contó con la presencia de la presidenta de la Undef, Pepa Prats, de la senadora del Partido Popular Asunción Sánchez Zaplana y del alcalde de Busot y diputado Alejandro Morant, entre otros. Además, el primer edil de Mutxamel, Sebastián Cañadas, lució en el palco de autoridades el traje de su comparsa, los Xodios.

Pulsa para ver más contenido para ti