La avenida Carlos Soler de Mutxamel, conocida popularmente como la Rambla, cumple 80 años y para celebrarlo, un grupo de diez niños y niñas ha elaborado una maqueta de esta arteria del municipio en un taller de arquitectura impulsado por las áreas de Educación y Cultura. Así, los participantes se han convertido, durante seis sesiones, en pequeños Calatrava o Norman Foster y han creado, con diferentes técnicas, los edificios de la avenida.

Desde la construcción de pequeñas estructuras con pan hasta el dibujo del pavimento con arena o purpurina, los jóvenes arquitectos han replanteado el diseño del emblemático espacio urbano. «Hemos construido la maqueta con muchas técnicas: pintando con pincel, pegando lentejuelas, tejidos..., pero lo que más les ha gustado es diseñar y construir ellos mismos los elementos de la calle: árboles, bancos, farolas?», comenta Jesús López, arquitecto y encargado del taller.

Por su parte, Carlos Pastor, estudiante de arquitectura y miembro del equipo, explica que el taller comenzó con la experimentación con las estructuras y la gravedad y evolucionó hasta la idea de construir una maqueta de la avenida Carlos Soler «desde la particular visión de los niños». «Han experimentado en grupo con distintas técnicas y componentes que no se suelen usar en casa», especifica Pastor.

Este taller de arquitectura, que se ha celebrado durante seis sesiones en el Espai Jove de Mutxamel, es una experiencia novedosa para los pequeños porque materializan en tres dimensiones y con materiales reales lo que piensan y dibuja, tal y como hacen los arquitectos. Asimismo, inmersos en un entorno lúdico y práctico, aprenden conceptos relacionados con la plástica o las matemáticas. «Durante estas semanas han resuelto varios retos que van potenciando su capacidad de imaginar una ciudad más amable», manifiesta Jesús López.

La presentación de la maqueta, que se expondrá en la Casa de Cultura, tuvo lugar ayer y contó con la presencia de los padres de los alumnos. Por su parte, el concejal de Cultura de Mutxamel, Rafael García manifestó: «Creemos que es necesario que los niños conozcan la evolución de nuestro municipio y que se conciencien en una nueva forma de entender la ciudad: más sostenible y más humanizada».