? Pilar fue la última en salir de la ermita, donde se encarga de su apertura. «Cerré la puerta a las 10.55 horas tras salir todos y me quedé hablando al lado, y a los 10 minutos oímos un estruendo enorme y se levantó una polvareda que no dejaba ver nada. Las puertas salieron volando y me golpearon en las piernas, pero ha sido un milagro. Si llega a pasar un poco antes no lo contamos».