En 1997, la Casa del Reloj. En 2013, la Casa Pedro José. En 2017, la Torre Ansaldo. El 17 de febrero de 2019 fallece Isidro Buades Ripoll, el cronista oficial de Sant Jopan d'Alacant que estuvo 40 años luchando por abrir un espacio dedicado a la recuperación de la Huerta de Alicante, recogiendo un material histórico valioso que no pudo ver expuesto en ninguna de las ubicaciones que diferentes corporaciones municipales pensaron dedicar a tal efecto.

Estos días, con el proyecto museístico del Centro de Interpretación de la Torre Ansaldo prácticamente acabado, es momento de volver la vista atrás, para saber si ese ansiado deseo, donde se ha involucrado a mucha gente a lo largo de tres décadas, verá alguna vez la luz... aunque Isidro que no esté para contarlo.

En 1979, Isidro Buades ya lanzó su primer intento de acometer un museo etnológico en lo que ya era «un caserón abandonado de la Finca Ansaldo». Pero en los años 80, la degradación del Parque Ansaldo, echó abajo el primer intento. En 1992, Buades fue nombrado cronista oficial de Sant Joan, y dos años después escribía en una tribuna publicada en el Diario INFORMACIÓN que «un museo etnológico medianamente dotado cubriría un gran hueco tanto para los visitantes como para los sanjuaneros. Aunque es evidente que distraer a las gentes no es su principal finalidad, sino lo que representaría para nuestro patrimonio cultural».

En 1997, el Ayuntamiento de Sant Joan destina la Casa de Reloj a museo etnológico, y elabora un proyecto que incluye hasta exposiciones temporales. Fue otra falsa alarma, y lo peor fue que la iniciativa quedó aparcada varios años. Hasta finales de 2013 no se le vuelve a dar otro destino al centenar de piezas recogidas, como arados, carros y objetos que marcaron la vida cotidiana de miles de personas. En ese momento se piensa en la finca Pedro José -actual sede del Juzgado de Paz-, donde la historiadora y arqueóloga Verónica Quiles se encarga de poner en marcha «el traslado de toda la colección dispersa en los diferentes almacenes municipales» y «comenzar con el inventario y puesta en valor de la misma para luego redactar el proyecto museográfico».

Quiles comenta que su aportación fue «ampliar la visión de la necesidad de crear un espacio museográfico de toda la huerta alicantina, una seña de identidad propia, única e irrepetible».

Discrepancias con la ubicación

Discrepancias con la ubicaciónPor aquel entonces, empiezan a surgir discrepancias sobre la ubicación del museo. La Asociación Cultural Lloixa, a la que pertenece el propio Isidro Buades, es partidaria de recuperar el proyecto inicial de la Torre Ansaldo, convirtiendo el museo etnológico en un centro de interpretación. En este fase también interviene Verónica Quiles, que forma parte del equipo mixto de redactores del anteproyecto del Centre d'Interpretació de l'Horta Alicantina Torre Ansaldo, considerado «un contenedor cultural comarcal donde recuperar, conservar, investigar y difundir el legado del Camp d'Alacant, ya que la finca Ansaldo se encuentra en pleno corazón de la antigua Huerta».

Luego llegó la ayuda de los Fondos FEDER 2014-2020 y de la Diputación de Alicante, que permiten reunir un presupuesto superior al millón de euros, para convertir este enclave del siglo XVI en centro de interpretación y conservatorio profesional. Por primera vez en 40 años se une la financiación, la voluntad y el espacio. De hecho, disponer 479.820 euros de ayuda europea está condicionado porque el proyecto esté acabado antes del 31 de diciembre de 2019.

En la actualidad, el proyecto arquitectónico lo lleva la empresa GEA de Elche y está en su fase final. Gracias a las imágenes de vuelo con dron se ha podido saber en qué estado se encontraban los muros o, por ejemplo, ha aparecido un lagar del que no se tenía constancia. El seguimiento arqueológico está en manos de Alebus, que cuentan con los permisos necesarios para actuar. Y de la tercera parte, el proyecto museográfico, se ha encargado Humberto García, que presentará «un proyecto que sea viable, atractivo y accesible. Será un centro educativo, turístico y un lugar familiar, además de un generador de empleo directo e indirecto».

Para Alfredo Campello, de la Asociación Lloixa, «a falta de ver el proyecto, creemos que el centro de interpretación seria el equivalente del siglo XXI al antiguo proyecto del museo etnológico». Por su parte, el alcalde, Jaime Albero cree que «no es momento» para bautizar este espacio con el nombre de Isidro Buades. «El nombre lo decidirá la corporación cuando esté acabado», comenta Albero. Lo que sí tiene claro el alcalde es que «el cargo de cronista oficial, por ahora, no tendrá relevo».

Aunque Isidro y la Huerta de Alicante perdurarán siempre.