Dieciocho personas que han participado durante la cuarentena en un grupo solidario que ha confeccionado en la provincia de Alicante más de 25.000 mascarillas para su reparto altruista ha aprovechado la llegada de la fase 1 para, por primera vez, reunirse y conocerse personalmente.

El grupo ha llegado a estar formado por hasta 32 personas que únicamente tenían contacto a través del teléfono móvil, y 18 de ellos han acudido hoy a El Campello para verse y conjurarse para seguir en contacto en el futuro.

Érica Irles, costurera y promotora de grupo, ha relatado que la idea surgió el primer domingo del estado de alarma, a mediados de marzo, porque su marido debía ir a trabajar y no contaba con una mascarilla.

"Le cosí una y también se llevó 15, y cuando regresó me dijo que eran necesarias 160. Pensé que habría más gente con necesidad y empezamos una iniciativa a la que se fueron sumando chicas", ha relatado Irles antes de añadir que ahora había "ganas de vernos y de saber quienes somos".

El Policía Nacional Carlos Palacios es otro participante y ha explicado que muchas de estas mascarillas fueron a parar a agentes tanto de su cuerpo como de la policía local y Guardia Civil, mientras que Loli González actuó de repartidora y ha sostenido que la fabricación de las mascarillas fue una aventura "muy bonita".

Otra de estas costureras solidarias, Camelia Purcarea, ha indicado que el confinamiento "se ha pasado volando" por la labor de confección de las mascarillas, y ha relatado que sus hijos ayudaron cortando tela e, incluso, su marido también cosió.

"Cuando recibimos el último mensaje de que ya íbamos a parar y que habíamos hecho más de 25.000 sentí una emoción tremenda. Hemos puesto nuestro granito de arena para ayudar a mucha gente", ha sostenido Purcarea, que ha destacado que durante la cuarentena el ambiente en el grupo de costureras ha estado marcado por "las risas y los ánimos: vamos que podemos".