El Circo de Mouse tendrá que abandonar El Campello después de que el alcalde, Juanjo Berenguer, haya firmado un decreto para desmontar la instalación e invitar a los trabajadores a que dejen la parcela municipal donde llevan ubicados tres meses. La decisión se debe a que, según el Ayuntamiento, el circo carece de licencia de ocupación. Los trabajadores desmienten las afirmaciones de Berenguer, aseguran que cuentan con todas las licencias requeridas y acusan al consistorio de «falta de humanidad», porque ahora mismo no tienen recursos por la paralización de las funciones. El alcalde notificó el 3 de junio que debían desmontar la instalación en un plazo de cinco días. El colectivo presentó un escrito pidiendo permanecer en el mismo sitio durante lo que resta del estado de alarma, pero el ejecutivo local desestimó la petición. El Ayuntamiento asegura que se ha colaborado con ellos para suministrarles alimentos y recursos, así como enganches a la luz y el agua de la red pública.