Esperar a la intemperie con temperaturas que en el mejor de los casos rondan los 30 grados se ha convertido en la «nueva normalidad» para muchos de los usuarios que acuden a los centros de salud de la provincia. El frecuente colapso de las centralitas telefónicas y el hartazgo de llamar sin obtener respuesta empuja a numerosos pacientes a acudir en persona a las instalaciones sanitarias para tratar de conseguir cita con su médico de cabecera. Allí coinciden con los que ya tienen una atención programada para ese día pero, igualmente, deben aguardar en el exterior hasta ser llamados. Las restricciones implantadas desde el inicio de la pandemia prohíben permanecer en el interior de los edificios. La situación ha llevado a numerosos municipios a exigir a la Conselleria de Sanidad un refuerzo de los servicios telefónicos y del personal para evitar las largas colas en la calle en pleno verano mientras los ayuntamientos comienzan a colocar toldos y carpas para, al menos, brindar algo de sombra que proteja del sol y ayude a sobrellevar la resignación de la espera.
Almoradí, Albatera, Redován, Granja de Rocamora o Cox son algunas de las localidades que han dispuesto elementos de sombraje para mitigar en la medida de lo posible el bochorno estival. El triaje para valorar la gravedad de la situación de cada paciente y decidir si precisan atención presencial o telefónica se produce a veces en la misma puerta y las quejas por falta de intimidad se multiplican. «La culpa de la situación no la tienen los trabajadores del centro sanitario, ya que ellos solo siguen órdenes de los de arriba», defiende la edil de Sanidad de Almoradí, Nuria Follana. «Las centralitas no dan abasto y están saturadas. Aquí sólo tenemos dos personas en atención al público, una de Conselleria y otra que la puso el propio ayuntamiento. Se necesita reforzar el servicio», asevera la alcaldesa de Redován, Nely Ruiz.
En la Vega Baja, diversos alcaldes del PP se han quejado además de que la Conselleria no prevé abrir este verano ningún centro de salud por las tardes en municipios ligados al Departamento de Salud de Orihuela, mientras que sí se hará en otros centros de la provincia.
A pleno sol
En algunos centros de salud de l'Alacantí también se forman colas para acceder a las dependencias médicas casi a diario, lo que ha ocasionado numerosas quejas de los pacientes, que en ocasiones tienen que esperar más de media hora a pleno sol para ser atendidos. En el caso de Sant Joan d'Alacant y Mutxamel, los usuarios ya han notificado en reiteradas ocasiones su descontento por tener que esperar al sol, con 30 grados y sin apenas asientos para la gente mayor.
«Nadie coge el teléfono y necesito coger cita para mi hijo», afirmaba una vecina mientras esperaba su turno en la cola del centro de salud de Mutxamel. Ayer miércoles, hacia las 12.30 de la mañana, se podía observar cierta acumulación de gente a la puerta, pero según confirmó el personal del mismo centro, se han llegado a acumular entre 20 y 30 personas.
Este escenario se debe a que la aplicación móvil de la Conselleria no funciona correctamente y, tal y como afirman varios perjudicados, resulta «imposible» llamar para obtener cita con el médico debido al colapso de las centralitas y a la falta de personal para atender las peticiones. Así lo denuncia la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos. Su secretario provincial, Víctor Pedrera, expone que con estos problemas «están aflorando las grandes deficiencias del sistema público sanitario» y reconoce que resulta «misión imposible» coger cita por teléfono. Además, los vecinos de esta zona sufren un agravio comparativo respecto a otros municipios como Alicante y San Vicente, ya que los centros de salud de localidades como Sant Joan, Busot, Mutxamel y El Campello no abren por la tarde por decisión del Departamento de Salud del hospital de Sant Joan. Los residentes tienen que desplazarse al consultorio de El Plà, en un barrio de Alicante, si requieren atención sanitaria; mientras que los vecinos de la capital o San Vicente sí disponen de centros de salud abiertos cerca de casa durante las tardes.
Sanidad: «Se está haciendo una auditoría de las líneas telefónicas»
Departamentos de Salud como el de Orihuela aseguran que ha aumentado el personal para atender las llamadas
La dirección de Atención Primaria y la gerencia del Departamento de Salud de Orihuela sostienen que se está «haciendo una auditoria de todas las líneas y extensiones telefónicas de los centros y se está aumentando el número de celadores y administrativos en todas las zonas para atender todas las llamadas». Se trata, según explican, de una de las medidas adoptadas para ajustar el funcionamiento de los centros sanitarios a las restricciones obligadas por el coronavirus.
«Se ha controlado la accesibilidad a los centros de salud con la finalidad de evitar aglomeraciones en salas de espera y que sean espacios seguros tanto para los pacientes como para los profesionales que los atienden. Además se debe priorizar la cita telefónica a la presencial si el motivo de consulta lo permite, puesto que mediante ellas se pueden solucionar actuaciones como la renovación de tratamientos, realización de informes de salud, notificación de resultados de pruebas complementarias, seguimiento de pacientes crónicos tras alta hospitalaria o tras valoración por un especialista o solicitar controles analíticos o de pruebas complementarias a pacientes estables con autocontrol en su domicilio», entre otras cuestiones.
Por todo ello explican que se ha reorganizado la atención en los centros de salud afectando principalmente a la accesibilidad y a la manera de realizar su actividad, incluyendo controles de acceso, cribado de la demanda, fomento de la consulta no presencial, modificación física de espacios o creación de circuitos específicos covid-19. «Todas estas medidas se están revisando continuamente para ir mejorando la accesibilidad en función de la evolución de la pandemia», subrayan a este diario.
