El antiguo instituto Lloixa de Sant Joan d'Alacant se ha convertido en un espacio «peligroso». Actualmente, el edificio está abandonado, con las ventanas tapiadas y sus puertas cerradas. Pero el aparcamiento del centro educativo se ha mantenido como un parking público, abierto hasta la tarde, para que las familias que acudan a dejar y recoger a los niños y niñas al colegio Rajoletes puedan estacionar sus vehículos de una forma cómoda, entre otras necesidades.

La situación de ha complicado debido al abandono que sufre la zona trasera del viejo instituto, donde aguardan un par de merenderos de madera desgastados, porterías oxidadas, y un pequeño terreno cargado de pulgas, garrapatas y, según los vecinos del entorno, plagas de ratas. Varias comunidades de propietarios han elevado sendas quejas al Ayuntamiento para transmitir dicho escenario y pedir soluciones. Los residentes exponen que grupos de jóvenes acuden por las noches a consumir y traficar con drogas dentro del recinto, así como denuncian la celebración fiestas y botellones clandestinos. Además, por mucho que el edificio esté tapiado, este diario ha podido comprobar que hay gente dentro del mismo, ya que algunos de los accesos han sido abiertos.

Parte de la fachada del instituto abandonado. información

En las pistas de fútbol que aún se conservan hay instaladas unas carpas para los talleres de conciliación familiar, mientras que el acceso al instituto abandonado está frecuentado todos los días por familias y menores del centro educativo que está pegado al recinto. Por todo ello, estos vecinos han elevado hasta tres instancias a la administración local con el propósito de que las concejalías pertinentes actúen ante dichas problemáticas.

Según ha podido saber este periódico, algunos de los vecinos ha sufrido amenazas de estos jóvenes cuando se les ha llamado la atención durante las fiestas y botellones a altas horas de la noche. Además que ponen el foco en la falta de salubridad del descampado ante la proliferación de roedores, insectos y pulgas. Una de las quejas advierte el Ayuntamiento que las ratas están entrando directamente en las urbanizaciones y que la comunidad ha tenido que afrontar «un gasto extra» para fumigar y erradicar las plagas. Por su parte, el concejal de Seguridad, Pablo Celdrán, asegura que se cerrarán los accesos al Lloixa por las tardes. «Solo se abrirá en horario lectivo debido a esta situación».