Van de mano en mano y pasan rápidamente de unas personas a otras en un corto espacio de tiempo. Y hay quien hasta les da besos. Y eso origina que los billetes y las monedas sean una fuente clara de microbios. Una de las recomendaciones para evitar contagiarse de coronavirus es tratar de pagar con tarjeta para evitar el uso del papel y el metal del dinero, en la medida de lo posible. Pero de forma rutinaria el dinero en metálico sigue circulando con total normalidad.

Con la premisa de que el dinero es una fuente fácil de contacto con virus y bacterias invisibles y dañinas para el ser humano, dos empresarios de San Vicente del Raspeig han ideado un sistema de desinfección de billetes y monedas que se instala en las cajas registradoras de los comercios y que se basan en el poder desinfectante de la luz ultravioleta. Cada vez que se cierra la caja, el sistema «limpia de virus» lo que hay en su interior en dos o tres minutos, según indican los autores del sistema.

No son científicos, Guillermo Grau es electrónico y Juan Antonio Ruiz tiene una inmobiliaria. Pero son muy inquietos y desde hace años acariciaban la idea de patentar un sistema para la desinfección del dinero que circula de mano en mano. Eso fue antes de que apareciera el covid-19 que lo ha revolucionado todo y que ha sido el revulsivo que ha hecho que su idea finalmente se lleve a la práctica.

«Aunque pensábamos en hacer realidad nuestro prototipo algún día, con nuestros negocios y nuestras familias teníamos el 90% del día ocupado; pero llegó marzo y el coronavirus, y es cuando decidimos poner en marcha nuestra idea», resume Guillermo Grau. El objetivo que persiguen es comercializar su invento y que se utilice para acabar con cualquier tipo de virus y bacterias, incluido el coronavirus SARS-coV-2 que todavía campa a sus anchas.

El sistema es sencillo, dos tiras de luz UV-C bactericida que se instalan con un imán en la parte superior del interior de la caja registradora. Los haces de luz impactan en todos los billetes y monedas dejándolas libres de virus y bacterias en un intervalo de dos y tres minutos, según aseguran los inventores del sistema denominado «Desincash». Y advierten de que se trata de una luz poco perceptible por el ojo humano. «En microorganismos tales como los virus, los rayos UV-C alteran las cadenas de ADN, impidiendo la normal reproducción de los mismos, lo que detiene la expansión viral de estos microorganismos», explican.

Han registrado su idea usando la figura de «modelo de utilidad». Advierten que es de sobra conocido el uso de la luz ultravioleta y son muchos los estudios que avalan su efectividad y apunta que lo que ellos han hecho de novedoso es aplicarlo para el dinero. «Ahora mismo no hay nadada similar a nuestro sistema para desinfectar los billetes», advierte Grau.

Por su lado, Juan Antonio Ruiz explica que su sistema «es la manera de poder volver a tener dinero en el comercio. Aunque se usa la tarjeta de crédito, al dinero en efectivo aún le quedan muchos años».

Creen que los comercios han invertido desde que estalló la pandemia en material como alfombras o geles que pasarán cuando el covid desaparezca, «pero nuestro sistema es rentable porque sigue siendo útil». Consideran que su invento tiene un largo recorrido que no va a acabarse cuando la vacuna normalice la situación por la diversidad bacteriana que se puede encontrar en el dinero. «Los billetes son uno de los objetos que más virus y bacterias tiene», explica Grau, para añadir que «se lleva desinfectando más de 40 años con luz ultravioleta que limpia y desinfecta virus y bacterias».

Guillermo coloca una tira de luces en el interior de la caja. | MANUEL R. SALA