La polémica por la construcción de un chalé de lujo en la playa de Muchavista denunciada por los vecinos, y por la que el Ayuntamiento de El Campello ha abierto un expediente, apunta a que acabará en los tribunales. Fuentes del promotor aseguran que no hay irregularidad alguna, al considerar que ha obtenido la licencia de obra mayor para una construcción de nueva planta por silencio administrativo positivo, algo que se niega de plano desde el consistorio, que insiste en que la Ley no contempla este mecanismo de silencio para la obtención de esta licencia, y que así lo ha establecido el Tribunal Constitucional en su jurisprudencia.  

Fuentes del propietario afirman que inició las obras hace unos meses al considerar que había obtenido el permiso tras pasar  9 años desde la primera petición de licencia. Unas obras que ayer seguían adelante sin que la concejalía de Urbanismo, en manos del alcalde Juanjo Berenguer (PP), hubiera decretado su paralización tras confirmar a este medio el jueves que carece de licencia, pese a estar los trabajos muy avanzados. Desde la corporación señalaron este viernes que primero es preceptivo dar audiencia al promotor, y después se actuará en consecuencia. 

El dueño de la finca cercana de Pino Torcido solo contempla talar 12 ejemplares por su inclinación y enfermedad

Fuentes del dueño y de la constructora de esta vivienda aseguraron que el permiso de obras se solicitó en 2012, cuando también se realizó la licencia de segregación de las parcelas de la zona, y en 2016 se modificó la petición. Y por ello insisten, por una parte, en que la vivienda se puede construir, ya que entonces el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aplicable sería en el 2011, ya que este fue anulado en 2016 pero al pedir el permiso antes de tumbarse este planeamiento, se aplicaría el de 2011. Y así figura en informes municipales, aunque existen otros contradictorios que alertan de deficiencias y aplican el PGOU de 1986, que requiere 800 m2 para construir frente a los 600 del anulado. Este solar de la calle Huelva tiene 693 m2. 

Por otra parte, el dueño considera que por silencio administrativo positivo, nueve años después de iniciarse el expediente, tiene concedida la licencia, por lo que rechaza cualquier ilegalidad.

Las mismas fuentes señalaron que es un tema «complejo», que ya estaba en manos de abogados, y que si el consistorio paraliza la obra, se verán abocados a los tribunales.

En cambio desde el Ayuntamiento reiteraron que la obra carece de la licencia, y que esta no puede obtenerse por silencio positivo, manifestando fuentes municipales que «se ha abierto un expediente que sigue su curso», y que «el silencio administrativo no existe en licencias urbanísticas», coincidiendo con lo que también manifiestan los vecinos. El Constitucional así lo ha establecido para los casos de licencia de obra mayor para edificaciones nuevas, aunque desde la promotora aseguran que el hecho de que hayan pasado ya 9 años desde la solicitud, representa un caso especial para valorar el tema del silencio administrativo. De cualquier forma, ayer fuentes vecinales insistieron en que la licencia de obras no se pidió en 2012, sino en 2016, aunque el expediente se inició hace nueve años por la citada licencia de segregación, que según un informe municipal daría derechos al promotor para basarse en el PGOU de 2016, aunque hay informes contradictorios.

Pinada en otra parcela 

En cuanto a la finca Pino Torcido, situada en frente de este chalé, en la calle La Corunya, donde los vecinos temen una tala masiva de pinos para levantar 8 viviendas, desde la propiedad, que es diferente a la del chalé, han mostrado su sorpresa por la denuncia presentada por los residentes ante el Ayuntamiento. El dueño, D.C., que a su vez es el constructor del chalé de enfrente sobre el que ha abierto expediente el consistorio, explicó que se contempla talar 12 de los 52 pinos de la finca, debido a su peligrosidad por su inclinación y porque hay algunos enfermos, y que tiene el visto bueno del Ayuntamiento e informes favorables. Y cabe la posibilidad de talar otros 8, dependiendo de su estado. Además, afirma que aún no sabe cuántas viviendas se levantarán, ya que la licencia está en tramitación, pero asegura que el PGOU de 1986 lo permite.

La finca Pino Torcido de El Campello

Así mismo, el propietario de Pino Torcido afirmó no entender a los residentes de la zona, ya que recuerda que para levantar sus casas acabaron hace 30 años con muchos más pinos, y que su empresa se preocupa por mantener todos los ejemplares que puede, aunque recordó que no están protegidos. Rechazó que se esté «atacando un pulmón verde» como alertan los residentes, y anunció medidas legales al asegurar que algunos residentes han invadido su propiedad. También anuncia medidas por difamaciones en redes sociales y acciones legales contra los vecinos que han denunciado irregularidades tanto en Pino Torcido como en el chalé en construcción.