No hay compensación económica, pero sí una gran satisfacción personal. Los 26 integrantes con que cuenta actualmente la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de El Campello han triplicado prácticamente su número en el último año. Muchos vecinos lo estaban pasando mal y hacía falta dar un paso al frente. Y lo han hecho.

Paco Varó es el jefe de la Agrupación, y tiene claro que la pandemia ha influido mucho y que las personas se han volcado en ayudar. «Además hemos hecho campañas de captación y la gente ha respondido», explica.

Es una labor completamente altruista, las personas que se apuntan tienen sus trabajos y deben de sacar el tiempo de donde pueden, pero les compensa ver que están ayudando a gente que lo está pasando mal, « lo hacen de todo corazón».

Son un grupo de hombres y mujeres muy diverso: españoles, búlgaros, argentinos, brasileños... y de profesiones de todo tipo, desde fontaneros, técnicos en calefacción o administrativos a guardias de seguridad o funcionarios, pasando por limpiadores, albañiles, camioneros o jubilados. Cada uno aporta sus conocimientos, pero además realizan cursos avanzados de primeros auxilios o de uso de desfibriladores, que llevan en los dos vehículos con que cuentan, y otros, por ejemplo, de búsqueda y rescate de personas desaparecidas, conjuntamente con la Guardia Civil y la Policía Local, así como todo tipo de formaciones para poder mantenerse al día en cuestiones relacionadas con la seguridad. Además, cada vez que entra un voluntario nuevo se le realiza una primera formación para que tenga unos conocimientos mínimos.

Entre las labores que llevan a cabo los miembros de Protección Civil destacan las de apoyo a la Policía Local en buena parte de sus servicios, en los actos festivos o en eventos deportivos -carreras ciclistas, maratones...-, en acompañamiento a los colegios en las salidas de los niños fuera del recinto escolar, o ante cualquier inclemencia meteorológica como fuertes lluvias, inundaciones o episodios de fuerte viento, así como en jornadas electorales, trasladando hasta los centros de votación con el vehículo adaptado a las personas de movilidad reducida.

Miembros de la Agrupación de Voluntarios de Protección civil de El Campello con sus nuevos vehículos ante la sede provisional. Rafa Arjones

Un gran esfuerzo

Pero ha sido estos últimos meses, con la pandemia, cuando han tenido que multiplicarse para llegar a atender al elevado número de personas que lo estaban pasando mal, desde llevarles alimentos o hacerles la compra a personas mayores, con alguna discapacidad o afectados por el covid, hasta llevar comida a esas famlias que se quedaron sin trabajo y que estaban en una situación precaria. Paco Varó destaca que «lo hemos pasado mal, igual que los médicos y los enfermeros, pero te compensaba cuando te recibían con enorme alegría, emocionaba mucho».

En este sentido, Varó destaca el apoyo de la Concejalía de Bienestar Social, de la de Seguridad y de la propia Alcaldía, o de Cáritas. «El Ayuntamiento se ha portado fabulosamente, tanto Juanjo Berenguer como Rafa Galvañ nos han ayudado en todo, nos han proporcionado dos vehículos nuevos ya que los que teníamos se rompieron, dos furgonetas, una pick up y otra de nueve plazas. Ahora tenemos incluso una sede provisional amplia donde podemos desarrollar mejor nuestro trabajo», incide.

En el año y medio que llevamos de pandemia han realizado cerca de 5.000 servicios. Paco Varó reconoce que «fueron meses duros, entrábamos a las 6 de la mañana y hasta las 11 o las 12 de la noche sin parar, todos los días, de lunes a domingo sin descanso. Al principio éramos solo diez voluntarios y no dábamos a basto, era agotador, pero no quedaba otra, las personas lo estaban pasando mal». Luego fueron entrando más voluntarios y pudimos hacer turnos. La verdad es que la gente de El Campello se ha volcado, han sido muy solidarios.

Para Varó, lo más gratificante de su labor es «ver que has ayudado a las personas, a gente mayor, gente que verdaderamente lo necesita, ver esa sonrisa cuando abren la puerta y recibir su gratitud sincera. Lo que peor llevo es tener que ver situaciones personales nada agradables, el sufrimiento de las personas, aunque luego es de lo que menos te quieres acordar. Te quedas siempre con lo bueno».

Aunque en los primeros años de actividad el trabajo que realizaban los voluntarios de Protección Civil no estaba demasiado bien entendido, Paco Varó explica que «ahora la gente nos respeta y sabe que cuando hacemos algo lo hacemos por su bien, aunque no somos agentes de la autoridad. Han visto más la parte social de nuestro trabajo y no tanto la labor de control que a veces tenemos que hacer, pero siempre por su bien. Estamos para ayudarles y protegerles, siempre con la mejor intención y colaborando con las fuerzas de seguridad».