Un furgoneta ha partido esta mañana de El Campello con una doble misión: traer a los cuatro nietos de Zoya, que huyen de la guerra de Ucrania, y llevar a tres ucranianos que residen en la provincia, que se van a unir a la lucha contra la invasión rusa. Un matrimonio campellero junto con estos tres hombres han salido en dirección a Polonia para recoger a los cuatro nietos, refugiados ucranianos, cuya abuela, Zoya, de 63 años, reside en El Campello.
"Zoya está desesperada. Vamos a traer a sus cuatro nietos y su nuera, pero sus dos hijos y su otra nuera se tienen que quedar en Ucrania, a 30 kilómetros de Bielorrusia, entre Kiev y Chernobil"
Este grupo ha partido desde El Campello con destino Varsovia en una furgoneta en la que viaja la pareja integrada por Susana Ruíz Motos y Carlos Marco Agulló, miembros de la patrulla “Mamut” del grupo Scouts Mare Nostrum, cuyo cometido es recorrer los más de 2.800 kilómetros que separan ambos enclaves para recoger a los cuatro primos y la madre de dos de ellos, refugiados en Polonia, que han cruzado este sábado la frontera entre Ucrania y Polonia y se han podido poner a salvo de las tropas militares rusas que diariamente atacan cruelmente a su país. El convoy campellero tiene previsto llegar a la capital polaca mañana por la noche. La abuela de los cuatro primos reside en El Campello, y se hará cargo junto con su nuera de ellos hasta que los padres de dos de ellos y el padre de los otros dos, que permanecerán en territorio ucraniano, puedan reagruparse, según ha informado el Ayuntamiento campellero este sábado.
Se trata de tres menores (2, 4 y 14 años), una chica de 20 años y la madre de dos de ellos. El regreso está previsto para las jornada del miércoles o jueves, y una de las parejas y el otro padre se han tenido que quedar en Ucrania, ya que los dos hombres están en edad militar, por lo que no pueden salir, y la mujer es enfermera y tampoco puede dejar el país ante la guerra que se ha desatado y el aluvión de heridos.
La pareja viaja, en la bautizada como “Operación Ucrania”, en compañía de tres ucranianos residentes en Alicante que se desplazan para reencontrarse y cuidar de sus familias, también refugiadas tras cruzar la frontera, y unirse a la lucha contra la invasión rusa, ya que están el edad militar y cuando crucen la frontera serán reclutados para combatir en esta guerra tan desigual e injusta.
Desesperación
Susana, de camino a Polonia, atiende telefónicamente a este medio emocionada. Con el corazón en un puño. Acude al rescate de los nietos de una mujer que "es como mi hermana. Zoya trabajó 15 años en nuestro restaurante familiar y nos ha pedido ayuda para ir a por sus nietos. Está desesperada y la situación es muy dura, ya que en Ucrania se tienen que quedar sus dos hijos y una de sus nueras. No pueden salir. Además, están en una zona peligrosa, a 30 kilómetros de Bielorrusia, entre Kiev y Chernobil", donde ya perdió a su marido en la tragedia nuclear de 1986. "Está super feliz por sacar a sus nietos de allí, pero es muy difícil para ella que el resto se tenga que quedar".
Susana explica que "recurrimos a los Scouts, de los que formamos parte, para pedir ayuda y la respuesta ha sido super buena y hemos logrado el dinero para alquilar una furgoneta, ya que en nuestro coche no podíamos ir a recoger a las cinco personas. Además, nos pusimos en contacto con la Asociación de Ucranianos de Alicante para informarles que íbamos a Varsovia, por si necesitaban algo, y nos dijeron que tres ucranianos querían ir con nosotros para ayudar" y unirse a la resistencia.
La familia Scout campellera hace un llamamiento a la población en general, a la que solicita ayuda para hacer frente a los gastos derivados del largo viaje (alquiler de vehículo, gasolina, peajes…), y pide que las ayudas se envíen por bizum al teléfono 34 680 613 840, con el concepto “Polonia”.
