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Un florista de Sant Joan en el MasterChef de las flores

El joven participa hasta este sábado en el concurso nacional que pone a prueba a 24 seleccionados a mejor artesano del año

Un florista de Sant Joan en el MasterChef de las floresINFORMACIÓN

Las flores tienen un lenguaje. Tienen significado más allá de la belleza, alegran momentos especiales y consuelan en otros tristes. De la importancia que tienen para alegrar la vida sabe bien Aitor Ortega que es un apasionado de las flores desde niño. Y hoy ha hecho de lo que era una afición su actual profesión. Y ha dado un paso más en su pasión. Acaba de cumplir una de sus ilusiones, ponerse a prueba junto a otros floristas de toda España en el arte de decorar con flores.

Aitor con una de las composiciones para el concurso.

Este joven santjoaner está participando en el certamen para encontrar al Mejor Artesano Florista del año, MAF 2022, que se celebra hasta este sábado en Toledo. Es uno de los 24 elegidos para participar en este certamen que tiene un formato similar al de MasterChef de las flores.

Los participantes tienen que pasar numerosas pruebas individuales y también colectivas para demostrar su sensibilidad y su arte floral, y también hacerlo en tiempo récord.

Hace dos meses que Aitor decidió presentarse al concurso. Mandó su currículum, fotos de algunos de los trabajos que ha hecho y una descripción de cómo ve el mundo de la floristería. Y todo encajó en la organización que ha contado con este santjoaner que hace tres años se marchó a Madrid para estudiar interpretación y que ha dejado para dedicarse a la floristería. "Le he dado la vuelta y mi hobby ahora es ser actor".

"Aunque parezca bonito, es también una profesión muy sacrificada. Es un trabajo muy físico", confiesa el joven florista. "Tiene las dos caras, un lado delicado en el que haces ramos y detalles; y un lado emocional, porque haces ramos de novia y también arreglos fúnebres. Es una montaña rusa de emociones", cuenta Aitor, que con 27 años, se reconoce como una persona muy sensible. "Hay que serlo, porque en cada arreglo que haces hay que poner un poco de tí y empatizar con la persona que te hace el encargo".

El oficio que le viene de familia. Su amor por las plantas se la inculcaron sus abuelos que criaban calas en Sant Joan y que le transmitieron su amor por ellas. "Mi abuela me enseñó la delicadeza y el mimo que hay que tener con las plantas. Mi abuelo era ebanista y me enseñó a ser muy detallista", cuenta.

Elaborando una decoración floral durante el certamen que se celebra en Toledo.

El concurso del Mejor Artesano Florista supone cuatro días de intensidad extrema. Y a pesar de que es agotador, Aitor está feliz y encantado de vivir la experiencia entre personas que, como él, viven con pasión el mundo de hacer arte con las flores. "Tenemos que trabajar mañana, tarde y noche. Las pruebas son sorpresa. Te entregan un sobre en el que te dicen lo que tienes que elaborar". Para cada prueba la organización entrega una caja a cada participante con las mismas flores y le indica el arreglo que debe hacer "tanto trabajos pequeños, como ramos, como otros grandes, que pueden ser decorar la iglesia para una boda".

Las pruebas suman puntos a cada participante y el sábado por la noche es "la batalla final", solo quedarán los dos finalistas, mientras el resto de participantes participa en una cena de hermandad. Un duelo de flores en el que solo puede quedar uno, el mejor florista del año.

Dando los últimos retoques.

"Estoy aprendiendo mucho. Es una experiencia única. Y aunque no te enseñan, porque es una competición, al final te das cuenta que cada florista tiene su toque, su forma de trabajar, y estoy aprendiendo mucho de todos", narra Aitor a mediodía de este viernes, durante el descanso de la comida.

Prueba de relevos

El joven florista santjoaner explica que durante estos días han hecho trabajos en interiores, como el Centro Cultural San Marcos, y en exteriores, como la plaza del Ayuntamiento y en Puerta Bisagra. "Está siendo una pasada porque el 90% de las pruebas tienen algo que ver con Toledo. Hemos hecho, por ejemplo una composición inspirada en el cauce del Tajo. Y otra con el cruce de culturas que hubo en Toledo". Entre las pruebas más curiosas, una de relevos en la que un florista del grupo empezaba un arreglo, y luego entraba el siguiente sin saber lo que se iba a encontrar para seguirlo y así hasta acabar el trabajo. "También hemos hecho una receta al momento, una persona hacía un ramo y los demás teníamos que replicarle. Hemos usado material fresco y preservado; hemos hecho ramos con colores determinados... Es una experiencia increíble", explica emocionado y sin que el cansancio haya hecho mella en él.

Aitor sostiene uno de los ramos que ha creado.

La crisis también ha hecho mella en este sector. El 90% de las flores llegan del extranjero y con la guerra en Ucrania reconoce que se ha notado mucho en el coste de las flores. "La mayoría de las flores vienen de Holanda y con la guerra y el precio de los combustibles se ha notado; la flor nacional es más cara, no tiene la misma calidad, y hay muy pocos sitios en los que se cultiva", explica.

También hay una preocupación medioambiental en el sector. Las abejas son símbolo de vida y asegura que cada vez más reciben plantas con etiquetas en las que los viveros indican que son especies que favorecen la polinización. Sin embargo, Aitor reconoce que hay mucho trabajo por hacer. Cree que hay poca concienciación todavía y que las ciudades optan por jardines con plantas más resistentes que requieren pocos cuidados, los denomina "parques muy de postureo, porque no son de floración. Se ven pocas flores".

También lamenta que en Alicante no hay tanta costumbre de comprar flores como sí la hay en otras ciudades. "No tenemos esa necesidad de comprar flores y plantas que sí veo por ejemplo en Madrid. Es otra forma de pensar, la gente suele estar más en casa y compran más y les gusta tener decorados los balcones". Afirma que ha habido una explosión de interés por las flores y las plantas tras el confinamiento. Aunque ahora "vuelve a caer un poco", según la experiencia en la primera línea de floristería.

Mientras se incorpora al concurso para encontrar al mejor florista del 2022, Aitor termina con una valiosa información, "el secreto de las plantas es regarlas bien, que tengan buena luz y darles mucho amor y cariño. Aunque hay gente que las mata por exceso de cariño", ríe.

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