Las precipitaciones se iniciaron con gran violencia en torno a las 18 horas de la tarde. Sobre la Villa Juguetera caía un auténtico diluvio que convertía las calles principales en torrentes, colapsando el tráfico rodado. En la Avenida Juan Carlos I muchos conductores decidieron parar y abandonar sus coches ante el temor de verse arrastrados por la corriente. Conforme intensificaba la lluvia, se iban produciendo inundaciones en las zonas más bajas. En un garaje de la calle Les Eres, el agua alcanzaba el metro de altura y provocaba daños en dos coches que había aparcados. Las alcantarrilla no podían absorber el volumen de agua que caía del cielo.

También se produjeron problemas en garajes del barrio de la Ciudad Deportiva, en los que el agua alcanzaba el medio metro de altura, sin llegar a causar daños en los coches. En las zonas de campo, la Policía Local tenía que intervenir para abrir márgenes e impedir que se formaran grandes embalses de agua de lluvia. Las características orográficas del casco urbano de Ibi, en pendiente, hicieron que la situación empezara a normalizarse en el momento en que cesaron las precipitaciones.

A última hora de la noche de ayer, bomberos, policías locales y vecinos trabajaban intensamente en la retirada del barro de los locales afectados por la tormenta. Aviso a los ayuntamientos Aunque no llegó a declarar la emergencia por lluvias, la Generalitat avisó en la tarde de ayer a los ayuntamientos ante el riesgo de que entre las 18,30 y las 19 horas se produjeran fenomenos tormentosos muy puntuales de gran intensidad. Esta advertencia afectó especialmente a la comarca de la Foia de Castalla, en la cabecera del río Monegre. Fuentes de Emergencias, indicaron que hubo una gran crecida en los diferentes cauces fluviales.