Entre las tradiciones de Alcoy que no pierden un ápice de fuerza está la de la Cena del Pobre, obligatoria en la víspera del sorteo del Gordo de Navidad, y que no solamente se conmemora en espacios públicos, sino que buena parte de las familias lo hacen en la intimidad de las casas.

No es extraño, por ello, que el domingo, en el mercadillo de Batoy, fuese bien visible una lata enorme de sardinas saladas, esta clase de pescado forma parte del menú. La Cena del Pobre, como su nombre indica, despide un tipo de vida, a la espera de los "manjares" que se degustarán con los millones que tocarán al día siguiente. Por ello, el ágape tradicional aporta un menú frugal, compuesto de un huevo frito, un pimiento verde y una sardina salada, o un cucharada de pericana, uno de los platos típicos locales.

En los restaurantes y establecimientos públicos en general, el menú sigue ofreciéndose, pero con ampliaciones, en una cena en la que no faltan las gambas y otros alimentos, que aportan una cena más fuerte.

Daniel Lozano, de "El pontet", establecimiento situado en el barrio de Batoy, subraya que "sigue habiendo demanda para la Cena del Pobre", por parte de familias o grupos de amigos, en el contexto de una tradición que continúa estando arraigada, lo que provoca una velada con importante carga de trabajo para la hostelería de la ciudad.

Así pues, como cada año, se procurará aguardar la fortuna del sorteo navideño del día 22, con una cena característica en la noche del 21, en la que el menú será ampliamente compartido en la ciudad. Falta saber si para algunos será la última vez...