Las calles de Ibi se llenaron ayer de público para arropar unos de los actos centrales de las Fiestas Mayores, las Entradas de Moros y Cristianos. Las catorce comparsas exhibieron sus mejores trajes, derrochando elegancia y dejando a vecinos y visitantes boquiabiertos con la diversidad de boatos. El buen tiempo hizo posible que el acto se desarrollase con total normalidad, tal y como destacaron la alcaldesa, Mayte Parra, y el concejal de Fiestas, Juan Valls.

Con rigurosa puntualidad el bando cristiano irrumpió en la villa por la mañana. Los Almogávares se encargaron de trasladar a los presentes a la época medieval con la simulación de un torneo. Pero, sin duda alguna, el momento más esperado fue cuando el capitán cristiano, Alfredo Laurí, festero de esta comparsa, bajó de su carroza y recibió las llaves de la villa de la mano del embajador ante la tribuna del Ayuntamiento. Tras asegurar que sus tropas defenderían la población, saludó a la alcaldesa, Mayte Parra, y demás autoridades presentes.

Durante la Entrada Cristiana se vivieron momentos emotivos a la vez que divertidos. Uno de los boatos de los Contrabandistas provocó la risa entre el público, ya que un grupo de jóvenes interpretaron a unas gitanas que iban entregando romero e increpando a las personas de las tribunas, llegando a subir una de ellas a la de autoridades, sentándose entre los invitados.

En el bando de la cruz los Cides y Mozárabes fueron las dos únicas comparsas que no contaron con la figura de la abanderada, al igual que los Argelianos y los Chumberos en las huestes moras.

Al mediodía, la alcaldesa manifestó sentirse orgullosa de su pueblo y de cómo se estaban desarrollando los primeros actos de las Fiestas en honor a la Virgen de los Desamparados, así como agradeció que la gente «se haya volcado tanto con los cargos» y la visita de «las autoridades invitadas». Por último, Mayte Parra deseó que «el tiempo continúe acompañando» para que el resto de actos luzcan tanto esplendor como las Entradas.

Con algunas nubes, los Almogávares arrancaron la Entrada Mora. Un elegante séquito vestido de negro y motivos dorados y subido a caballo dio paso al capitán, Antonio Condés, el cual siguió los pasos de su homónimo cristiano, bajando de su carroza para saludar a las autoridades presentes por la tarde.

Las Entradas de Moros y Cristianos de Ibi estuvieron marcadas por el colorido de los trajes y la originalidad de los boatos, así como por los diferentes momentos de emoción que se vivieron, ya que muchas de las abanderadas no pudieron contener las lágrimas durante el recorrido. Acróbatas, bailarinas, música flamenca y animales participaron en un acto en el que no se apreció el ligero descenso de participación que se ha registrado como consecuencia de la actual coyuntura económica.

El concejal de Fiestas, asimismo, destacó que «todos los boatos han sido muy especiales», asegurando que las Entradas «han sido espectaculares». Juan Valls está convencido de que el resto de actos programados contarán con numeroso público y agradeció la «masiva asistencia» de ayer. En cuanto a la ausencia de abanderadas, destacó que «me consta que el bando moro ya tiene capitán para el año que viene y que ya están casi todas las abanderadas», no obstante, recalcó que «habrá que esperar al último día para ver quién da la "volta al castell"».

En la tribuna de autoridades se dejaron ver la consellera de Bienestar Social Asunción Sánchez, el director general de Trabajo Rafael Miró, la diputada autonómica Trinidad Miró, y los senadores Juan Rodríguez Marín y Agustín Almodóvar, entre otros no menos destacados.