El conflicto que se vive desde hace años en el seno de la Policía Local de Alcoy puede haber entrado en vías de solución, después de que todos los sindicatos y el gobierno municipal han firmado un acuerdo unánime que desbloquea la situación. El nuevo concejal delegado, Natxo Gómez, pidió ayer «cautela» no sin reconocer que se trata de un «paso importante».

La Policía Local de Alcoy venía arrastrando un grave enfrentamiento desde años atrás, que se acrecentó tras la decisión del alcalde Antonio Francés y el exconcejal Jordi Martínez de relevar al jefe y nombrar al actual, José Luis Guerrero. Aparte, la apertura de cuatro expedientes disciplinarios contribuyó a enrarecer aún más el ambiente.

El gobierno municipal acabó acordando el uso de un gabinete de mediación, con el objeto de tratar de facilitar un acuerdo, algo que se ha conseguido, al menos en gran parte. En la tercera sesión, celebrada anteayer, el concejal Natxo Gómez, representantes del gabinete de mediación CCMEDYA y representantes de todos los sindicatos implicados (UGT, CC OO, STAS-Intersindical Valenciana, SIPOL y SPPLB) firmaron un acuerdo unánime que compromete a que en el plazo de cuatro meses se habrá redactado un reglamento interno de la Policía Local y se activará el Consejo de la Policía, con la participación de representantes de todos los sindicatos. Este órgano «podrá dictaminar sobre futuros conflictos que surjan en el seno del cuerpo», señalaron las fuentes consultadas.

El concejal Gómez ha indicado que «estamos realmente satisfechos después de esta sesión. Este acuerdo unánime es un paso muy importante que hemos de recibir con cautela porque el conflicto puede ser que no esté cerrado definitivamente, pero sí hemos abierto el camino para resolverlo y a partir de ahora pueden surgir desencuentros que iríamos solucionando con los mecanismos pertinentes creados a partir del propio acuerdo entre las partes».

El edil expresó su agradecimiento a su antecesor Martínez al haber optado por la fórmula de la mediación para buscar la solución, una gratitud que también expresa desde el gobierno a todas las partes implicadas «por llegar a un acuerdo de futuro que cierra la puerta a los problemas del pasado y facilita la creación de herramientas como el reglamento, que evitará posibles arbitrariedades o tratos de favor en un sentido y otro».

El gobierno local, por último, se compromete a trasladar la propuesta de reglamento al ámbito municipal, a fin de que pueda ser aprobado por el pleno.