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El juguete exige más sanciones por las pérdidas de 2.300 millones que causan las falsificaciones

Un estudio de la OAMI analiza el impacto anual de las copias ilegales en la UE

El director general de Educa mostrando una falsificación de la mítica «Magia Borrás». JUANI RUZ

Los fabricantes jugueteros reclaman más controles y una mayor dureza sancionadora para combatir las falsificaciones en el sector, que en el conjunto de la Unión Europea (UE) causan pérdidas de 2.300 millones de euros y la destrucción de 13.200 puestos de trabajo. Así lo ha puesto de manifiesto un estudio elaborado por la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI), que sitúa a la industria española como la quinta más afectada por este fenómeno en el contexto europeo, con 167 millones de perjuicio económico y 500 empleos perdidos.

El presidente de la OAMI, António Campinos, fue el encargado ayer de presentar el estudio en un acto celebrado en la Fábrica de Juguetes Chicos, de Ibi, en presencia del director general de esta empresa y Educa Borrás, Florenci Verbon, y del presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes y desde la semana pasada también de la patronal europea, José Antonio Pastor.

El informe en cuestión revela que el 12,3% de las ventas del sector de juegos y juguetes de la UE se pierden debido a las falsificaciones. Esa circunstancia provoca unas pérdidas anuales para el sector de 1.400 millones de euros, así como de 6.150 puestos de trabajo. El impacto, sin embargo, es mucho más elevado, de 2.300 millones de euros al año, si se tienen en cuenta los efectos indirectos, dado que el sector que sufre la pérdida de ventas a causa de este fenómeno también adquiere menos productos y servicios a sus proveedores. Además, si se añaden las pérdidas de empleo en los sectores proveedores, la disminución total de puestos de trabajo se estima en 13.200.

Otro efecto pernicioso de las falsificaciones es el importe que dejan de ingresar las arcas públicas de la UE, que asciende a 370 millones de euros en concepto de pérdida de IVA, impuestos sobre la renta, cotizaciones a la seguridad social e impuesto de sociedades.

En lo que respecta al impacto de las falsificaciones en cada uno de los países fabricantes de la UE, España aparece como quinto más perjudicado con unas pérdidas para el propio sector juguetero de 167 millones de euros, y una reducción de empleos de medio millar. Por encima se sitúa Alemania con 327 millones de euros y 1.500 empleos, Reino Unido con 213 y 620, Italia con 201 y 520, y Francia con 168 y 330 respectivamente.

El estudio incluye la fabricación de productos como muñecos, figuras de acción, animales de peluche, juegos de mesa, instrumentos musicales de juguete, maquetas de trenes y rompecabezas. No incluye consolas de videojuegos, software ni bicicletas.

El presidente de los jugueteros, José Antonio Pastor, manifestó que el 16,6% de las ventas en España se pierden debido a las falsificaciones, así como el 13,7% de los empleos. Esas cifras, añadió, suponen un duro golpe para el sector nacional, que está en segunda posición en el marco de la UE en porcentaje de inversión sobre la facturación total y en empleados dedicados a la I+D. Además, el 60% de los productos de cada empresa se renueva cada año.

Con todo ello, Pastor reclamó «una ley y unas sanciones más severas» para los falsificadores, así como mayores controles para detectarlas. «Hace unos años -recordaba-, a propuesta del Senado se aprobó un real decreto que venía a reforzar los mecanismos de control en aduanas en materia de seguridad. Desde entonces, aún siendo necesario destinar más recursos, ha aumentado el número de juguetes inseguros que son detenidos antes de llegar a los comercios españoles».

El presidente de la OAMI, António Campinos, también enfatizó la necesidad de endurecer la legislación. «La falsificación -dijo- es un negocio que mueve millones de euros, detrás del cual se esconden redes criminales. Sin embargo, no conocemos de nadie que esté en prisión por este motivo». De igual forma, resaltó la necesidad de concienciar a los consumidores.

Florenci Verbon, de Educa, expuso el caso de una falsificación que ha afectado a uno de sus productos más veteranos y exitosos. En la caja se copió hasta el último detalle, salvo que ponía «Magia Funny» en lugar de «Magia Borrás». Sin embargo, los componentes del juego copiado eran de inferior calidad, hasta el punto que resultaba imposible realizar algunos trucos de magia. El juez, tras la denuncia de la empresa, obligó a la incautación del producto falsificado. Según la información facilitada, el 97% de las falsificaciones proceden de China y un 2% de Hong Kong.

Destacar, por último, que el estudio presentado ayer es el cuarto que realiza la OAMI sobre falsificaciones. Los anteriores afectaron a artículos deportivos, ropa y calzado, y cosmética.

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