Los bomberos forestales, hasta hace poco brigadistas medioambientales, están viendo cómo sus tiempos de respuesta ante los incendios no son todo lo rápidos que sería necesario debido a un curioso detalle: son el único cuerpo de extinción que no cuenta con sirenas en sus vehículos.

Según la información a la que ha tenido acceso este diario, esta deficiencia provoca que se queden retenidos en atascos de tráfico y en semáforos cuando se dirigen a los siniestros forestales. El año pasado, por poner un ejemplo, tardaron veinte minutos en atravesar el casco urbano de Oliva cuando iban camino de un incendio en el Montgó, y la semana pasada también quedaban retenidos en un atasco como consecuencia de unas obras en el fuego de Carcaixent.

Por si esto fuera poco, los vehículos están catalogados como industriales, lo que comporta que, en teoría, no puedan superar los 80 kilómetros por hora.

Y todo ello por un gasto en principio asumible, toda vez que el coste de una sirena se sitúa alrededor de los 600 euros.

Desde el colectivo se espera que este asunto pueda solucionarse con la mayor brevedad posible, de manera que se puedan acortar al máximo los tiempos de respuesta.