El castillo de Banyeres, una fortaleza construida en el siglo XIII y que fue moruna antes que cristiana, está siendo objeto de una intensa investigación arqueológica en las últimas semanas, con la finalidad primordial de «restaurar y consolidar los muros de la zona sudoeste», según ha explicado el alcalde Josep Sempere. El proyecto, además, ha permitido sacar a la luz un antiguo horno -posiblemente medieval- y restos de muros, que con toda probabilidad antaño ocuparon viviendas.
La actuación ha sido impulsada por el Ayuntamiento de Banyeres, que ha aportado 18.882 euros y que cuenta con el respaldo de la Diputación, que ha completado los 10.000 euros necesarios para la financiación. La adjudicación, señala el alcalde, se efectuó a la empresa Arpa, cuyo personal está efectuando los trabajos de excavación arqueológica y también de restauración y consolidación de los muros de la zona oeste. Esta compañía ya es conocedora del terreno, toda vez que había efectuado actuaciones con anterioridad.
Las excavaciones se han centrado en una zona ajardinada en el patio de armas, que fue rellenada con tierras en algún momento para plantar árboles y vegetación. Durante la operación, se ha sacado a la luz un antiguo horno de cal, que quizá tuviera un origen medieval, «pero que estuvo utilizándose hasta mucho más tarde, seguramente hasta finales del siglo XIX», agrega el máximo responsable municipal.
En esta misma zona se ha constatado la presencia de restos de compartimientos, que se cree pudieron formar parte de antiguas viviendas. «Este extremo se está investigando, a la vez que se consolida la muralla antigua, colocando refuerzos. Esta operación ha permitido encontrar una antigua aspillera, de la época original del castillo», aclara Josep Sempere.
Todo apunta a que esta zona fue rellenada cuando se hizo la restauración de la fortaleza con la que adquirió su aspecto actual. La aparición de la aspillera ha sido posible porque se ha recuperado y restaurado el lienzo antiguo de la zona sudoeste, tanto por consolidación como por investigación arqueológica.
Así, por iniciativa del Ayuntamiento se ha impulsado un nuevo proyecto para reforzar la fortaleza, con el fin de garantizar su pervivencia y contribuir a su investigación.
Hay que significar, como viene informando este diario, que el castillo de Banyeres fue datado en 2015 entre 1220 y 1285 por las pruebas de carbono 14 efectuadas en un laboratorio especializado de Londres.
En origen era musulmán y luego pasó a ser cristiano, sabiéndose que en 1248 ya existía, pero en este período fue posiblemente ampliado con una torre.