El sector de la cereza en la provincia de Alicante se las prometía este año muy felices, hasta el punto de esperar la mejor cosecha de los últimos 15 años. Sin embargo, la acusada sequía ha propiciado que la campaña arranque con un descenso de la producción del 20%, lo que impedirá alcanzar los ocho millones de kilos previstos inicialmente.
Relacionadas
El presidente de la Denominación de Origen Montaña de Alicante, Marcos Simón, explicaba que la ausencia de lluvias a lo largo de los últimos meses ha propiciado que no se alcancen los calibres esperados, lo cual repercutirá directamente en la cantidad de kilos a recoger. «Las cerezas, salvo en aquellos campos que disponen de riego, que son una inmensa minoría, tienen un tamaño pequeño en líneas generales, con lo que las previsiones han caído en un 20%», lamentaba.
Sin embargo, esa misma falta de lluvias, paradójicamente, está contribuyendo a que la campaña de recolección se desarrolle con normalidad y no se produzcan más pérdidas. Cabe reseñar, en este sentido, que la cereza es un fruto muy sensible al agua, y que es habitual que se registren daños severos cuando llueve debido a que se agrieta y queda inservible para su comercialización.
Simón, por otro lado, destacó que «la calidad de las cerezas es este año altísima», lo cual puede contribuir a una mejor cotización en los mercados. Una parte importante de la producción se destinará a las exportaciones, fundamentalmente a países del ámbito europeo.