«Mi padre era un héroe y una gran persona». De esta forma definía ayer a Paco Aura, superviviente de Mauthausen, su hija Lucía. Fue en el transcurso del emotivo acto de despedida celebrado en el cementerio de Alcoy, cita a la que asistieron numerosos familiares, amigos, representantes de la corporación municipal y de la asociación Amical.

El alcoyano Paco Aura, último superviviente en la Comunidad Valenciana del campo de exterminio nazi de Mauthausen, fallecía el pasado martes cuando esteba a punto de cumplir 100 años. Pasó cuatro de ellos en ese recinto infernal, en una terrible experiencia que lo dejó marcado para siempre, y que hizo que se dedicara el resto de su vida a divulgar la barbarie y luchar contra la desmemoria, sobre todo en colegios e institutos.

El Ayuntamiento le concedió en 2005 la Medalla de Oro de la ciudad, y el puente entre el Viaducto y la Zona Norte lleva su nombre. En el momento de su fallecimiento, tanto el Consistorio como el Centre Alcoià d'Estudis Històrics i Arqueològics (CAEHA) estaban preparando una serie de actos que tenían que haber coincido con la celebración de su cumpleaños, una celebración ésta que se va a convertir ahora en un merecido homenaje póstumo.

Mientras se terminan los preparativos en este sentido, ayer tuvo lugar la despedida en el cementerio municipal. A la cita acudieron familiares, amigos, y representantes del PSOE, Guanyar, Compromís y Ciudadanos. También de la asociación Amical de Mauthausen, Adrián Blas y Martín Alonso, quienes destacaron la enorme humanidad de Paco Aura y abogaron por recuperar los testimonios de todos los que sufrieron la barbarie para difundirlos.

Durante la ceremonia, Paco Blay, autor junto a Àngel Beneito y Natxo Lara del libro «Francisco Aura Boronat. Resistència i dignitat front a la desmemòria», repasó la trayectoria de Aura y su intensa labor por difundir lo ocurrido para que no se volviese a repetir nunca.

También intervinieron familiares del fallecido, entre ellos su hija Lucia, que se refirió a él como «un héroe y una gran persona».