Muro vivió en la tarde de ayer su primer gran desfile. El bando de la Cruz fue el encargado de dar brillo y sembrar espectáculo en las calles de la villa murera. Un desfile que lució en un espléndida tarde que favoreció que el público se agolpara a lo largo del recorrido para aplaudir a todos los festeros. Las filaes Templaris y Pirates centraron el protagonismo por ostentar en esta edición los cargos de capitanía y abanderado.

A primera hora de la tarde de ayer, Muro se vestía de gala para acoger la Entrada Cristiana. Un desfile que abría la filà Templaris, encargada en esta edición de ostentar la capitanía del bando de la Cruz. La única escuadra masculina que formaba parte del boato abría la temática de esta gran capitanía que tenía una particularidad especial. Su cargo, Raquel Vilaplana, daba un protagonismo excepcional a la figura femenina y ofrecía al público un boato formado casi en su totalidad por este sexo. De esta forma, la capitanía realzaba el protagonismo de la mujer y hacía historia al ser la primera capitana cristiana.

En la historia contada en este boato el público pudo ver representada la leyenda de «Sant Isidre», una parte de la Batalla de las Navas de Tolosa, hecho sobre el que se argumentó todo el espectáculo.

La capitana, vestida con un traje muy templario y acompañada por sus tres hijos entraba en las calles del municipio en una carroza formada por dos grandes jinetes. La capitana además, tuvo la suerte de llevar una marcha compuesta para ella misma, un orgullo festero que aún ensalzó más su desfile. Después llegaría el séquito formado por las filaes Arquers, Contrabandistes, Mare de Deu, Maseros que avanzaban al ritmo de las marchas cristianas interpretadas por las bandas de música de estas comarcas. Por último, la filà Pirates cerraba el desfile del bando de la Cruz con su cargo de abanderado. Finalizado el desfile tuvo lugar el Paseo Moro que sirvió como preludio a uno de los actos más emocionantes de la jornada «la Baixà» de la Virgen de los Desamparados. A hombros de los festeros, la imagen de la patrona de Muro recorrió el trayecto que va desde su ermita hasta la iglesia parroquial.

Los actos continuarán esta tarde con la Entrada Mora, momento en el que la elegancia y el colorido de las tropas de la media luna vestirán la villa de Muro.