Los padres de Fernando Rius Mestre recordarán siempre el momento en que el Sant Jordiet de este año, Álvaro Santacreu, extraía la bola con la que su hijo era designado para ostentar este cargo en las Fiestas de Moros y Cristanos del próximo año. Fue en la asamblea celebrada por la Asociación de San Jorge en la noche del jueves, que a partir de entonces dejó de tener interés para los familiares del protagonista, que salieron a la calle para celebrarlo entre abrazos y lágrimas de alegría.
Ayer, ya más calmados, aunque todavía tratando de asimilar la noticia, se daban cita en el céntrico parque del Parterre, donde el pequeño acudió con sus primos y su hermana para jugar en los columpios. El padre, Fernando, reiteraba que él ya ostentó el cargo de Sant Jordiet en 1989, y que por eso su hijo siente una ilusión especial, más si cabe, por seguir sus pasos.
También su madre, María Amparo, se mostraba emocionada por una elección que supone dar continuidad a la larga saga festera de los Mestre en la Filà Chano. El tío del niño, sin ir más lejos, ostentó el cargo de capitán recientemente.
Y así, entre juegos y risas, el nuevo Sant Jordiet no tenía dudas a la hora de señalar que «lo que más ilusión me hace es tirar las flechas desde lo alto del castillo y llevar el mismo traje que mi padre». Y es que su progenitor, añadía, «me ha contado muchas cosas de cuando él fue Sant Jordiet. Lo de la Aparición con las flechas y también que iba subido a una carroza».
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La Fiesta la lleva en la sangre desde el momento en que nació, y así destaca que «me gusta mucho hacer el cabo», y que recuerda a la perfección cuando acompañó a su tío en la Entrada Mora con motivo de la capitanía.
Afirma que es un buen estudiante. De hecho, el curso próximo pasará sin problemas a Segundo de Primaria en el colegio Salesianos San Vicente Ferrer, al que asiste. También se declara un buen futbolista -juega en el equipo de la escuela-, y es un gran aficionado al Real Madrid. «Benzemá y Sergio Ramos son los jugadores que más me gustan», subraya a este respecto.
Su primer acto oficial como Sant Jordiet tendrá lugar mañana domingo a las siete y media de la tarde en la Procesión del Corpus, que arranca a las siete y media. Aunque su ilusión es llevar el traje de su padre, de momento se tendrá que conformar con la bandera.