Verónica Cano padece Porfiria Aguda Intermitente (PAI), una enfermedad de carácter genético, que se origina en el hígado y que está asociada a un déficit enzimático. «Cuando te diagnostican una enfermedad ya es un trastorno de por sí, pero si encima es rara te surgen mil dudas que en muchas ocasiones no son resueltas por los profesionales por falta de conocimiento e investigación».

Ella fue uno de los tres testimonios que abrieron ayer el congreso, y durante su intervención explicó que la PAI «no es tan rara en la Región de Murcia, de hecho Murcia es uno de los cinco lugares del mundo donde más casos se localizan». Se trata, asimismo, de una patología difícil de diagnosticar. La joven narró que el Test de Hoesch es una prueba de orina con la que se puede diagnosticar, pero que no está disponible en todos los hospitales, por lo que aprovechó para demandar que los de Murcia «cuenten con este test [dado el número de casos diagnosticados y los posibles portadores] y se haga hincapié para que cuando acudan pacientes, sobre todo chicas jóvenes, aquejadas de dolor abdominal se le realice».

Verónica concluyó recordando que «la vida en un segundo te puede cambiar, por eso hay que vivir cada segundo».