Las excavaciones en el yacimiento alcoyano de El Salt han hecho un alto en el camino debido al coronavirus y han dado paso a la fase de investigación. Un equipo reducido de cuatro investigadores se encuentra en las inmediaciones del yacimiento para analizar un gran número de herramientas de sílex encontradas en el estrato ocho de este enclave histórico. Un proceso que deja constancia del uso y costumbres que tuvieron los pobladores de la zona en épocas pasadas y que permite seguir escribiendo páginas en la historia de Alcoy.
Aunque después de treinta años las excavaciones en el yacimiento de El Salt hayan sufrido un parón, el gran número de material extraído en años anteriores ha posibilitado la apertura de una investigación in situ de centenares de herramientas de sílex que protagonizaron la vida diaria de los Neandertales. Un proceso que como indica su director, Cristo Manuel Hernández, «aunque durante todo el año el trabajo de investigación sigue en el laboratorio y se elaboran textos para difundir las conclusiones, poder llevarlo a cabo en las inmediaciones del yacimiento y de una forma conjunta y más distendida, posibilita que podamos realizar debates sobre las conclusiones que se van extrayendo y de esta forma ir perfilando la historia de los pobladores que dieron vida a El Salt».
El coordinador indica que «aunque no se puede especificar el número de piezas, son centenares, además de las de El Salt también estamos analizando las del Abric del Pastor, otro de los yacimientos en los que también se ha trabajado en los últimos años».
Diferentes estilos y usos
En primer lugar se definen las tipologías de sílex para conocer si proceden de la zona o los pobladores los traían de otros asentamientos próximos. Como explica Hernández «este proceso nos permite conocer los territorios a los que los grupos Neandertales acudían para recolectarlos; nos ofrece información sobre la movilidad de los cazadores-recolectores».
Puntualiza que «aunque este tipo de estudio se había llevado a cabo ya para el estrato diez, uno más antiguo, esta nueva fase de investigación del estrato ocho nos está ofreciendo información diferente. Nos estamos dando cuenta de que explotan el sílex de forma diferente, aunque todavía hemos de debatir y analizar los argumentos que vamos extrayendo para especificar esos usos».
A la procedencia de materiales también se suma conocer cómo los fabricaban, «que tecnología utilizaban, aunque sabemos que la talla era la técnica principal, se debe puntualizar en las estrategias que escogían exactamente con el objetivo de conocer el máximo de todas y cada una de las herramientas».
A estas dos líneas de investigación se suma una tercera que es el estudio funcional, es decir el uso que le daban. Para ello los cuatro investigadores pasan el material por el microscopio para encontrar así huellas que hayan quedado impresas en el sílex como consecuencias de la actividad. «Una de las más comunes es la de cortar carne, este uso deja marcas que se pueden ver a escala microscópica y así ir deduciendo cuál era el uso de la industria lítica».
Una vez finalizada la investigación a finales del mes de agosto, todo el material volverá al Museo Arqueológico de Alcoy que es quien custodia el amplio inventario que se ha ido obteniendo a lo largo de estos treinta años de excavaciones.
Por su parte, Cristo Hernández argumenta esperanzado que «aunque este año vimos que lo más prudente era no convocar el proceso de excavaciones ya que se juntan personas de muchas procedencias, esperamos cerrar la investigación con grandes resultados y que el año que viene se pueda seguir descubriendo».