Alrededor de 150 personas se sumaron ayer a una concentración convocada en Alcoy para condenar las agresiones al colectivo LGTBI y exigir que se persigan los delitos de odio por motivos de orientación sexual e identidad de género. En la protesta se hizo hincapié en el incremento de los ataques que se ha producido en los últimos meses, con varios ejemplos ocurridos en la provincia, y se incidió en la necesidad de movilizarse para que ninguno de ellos quede sin respuesta. En este acto, organizado por los colectivos Ponts d’Igualtat y LGTBI MARIola y encabezado por representantes del primero, acudieron además miembros de la mayoría de las fuerzas políticas de la corporación municipal alcoyana, entre ellos el alcalde, Toni Francés.
Integrantes de Ponts d’Igualtat leyeron un manifiesto en el que se recordó el aumento de los delitos de LGTBIfobia, y se denunció que «nos están señalando por ser libres a la hora de querer, por no esconder nuestros sentimientos» y que, ante esto, «es momento de plantarles cara». Aludieron a situaciones ocurridas en Alcoy y el entorno, como la aparición de carteles homófobos y machistas o los insultos en redes sociales al colectivo, aparte de casos de insultos y vejaciones a algunas personas. Ante esto, apelaron a un mayor compromiso contra estas conductas por parte del Ayuntamiento y las demás administraciones, y que se convoque «de manera urgente» la Mesa de Igualdad municipal. Recalcaron, además, la necesidad de «no tener miedo de denunciar cualquier agresión que atente contra nuestra integridad», y de movilizarse ante cualquier episodio de este tipo que pueda producirse.
