Al grito de «El Hospital se muere, lazos arriba», la plaza de España de Alcoy fue el punto de encuentro en la mañana de ayer en la primera concentración multitudinaria que la Plataforma de médicos del Departamento de Salud 15 de L’Alcoià-Comtat convocaba en la calle para dar voz a las necesidades y estado de precariedad que presenta el centro hospitalario. Alrededor de 1.500 personas llenaron el céntrico espacio público para respaldar a este colectivo creado hace cinco meses con el objetivo de dar a conocer la situación de las instalaciones del hospital y el personal que en él trabaja.
Los profesionales sanitarios reclaman desde hace cinco meses una solución estructural y definitiva a las importantes deficiencias de recursos técnicos y humanos que sufre tanto el Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy como los centros de Atención Primaria del área. A las protestas realizadas en las puertas del centro hospitalario se sumó la de ayer, la primera convocada de forma multitudinaria. Tres representantes de la plataforma médica explicaron en sus discursos las graves deficiencias con las que se encuentran cada día para ejercer su profesión, un trabajo, el de médico que, además, repercute de forma directa en la salud de las personas y en su calidad de vida. La doctora Antonia Doménech, radióloga en el Hospital Virgen de los Lirios desde hace 30 años y miembro de la plataforma, señaló que «no somos unos llorones que nos quejamos a la primera de cambio, somos profesionales que hemos batallado siempre con estos problemas que, para nosotros son ya inherentes en nuestra área de salud.
Pero ahora se ha superado el límite y hemos llegado a un punto en que la precariedad es tal que no nos permite garantizar una correcta asistencia. La gravedad de la situación actual, si no se toman medidas ya, es la que nos ha hecho, por ética profesional, lanzarnos a hacerla pública. No queremos asustar, como algunos nos han reprobado, queremos informar, porque los usuarios de la sanidad tenéis derecho a saber qué pasa».
Por su parte, el oncólogo Alfredo Rizo enumeró las carencias con las que deben lidiar cada día, «un colapso definido por una Atención Primaria saturada, sin medios y sin planes de estructuración; unas urgencias desbordadas, sin plantilla adecuada, sin atención de la administración, abandonada a su suerte y autogobierno, con la improvisación como única medida para solventar problemas; unos quirófanos inoperativos por la falta dramática de anestesistas en el Hospital Virgen de los Lirios; unas listas de espera quirúrgica con cifras bochornosas para una Sanidad Pública de calidad; una demora de pruebas diagnósticas, por falta de personal y medios, que las hace inoperativas; una atención especializada que no da abasto y un vergonzoso programa de detección precoz del cáncer colorrectal, estancado durante meses, y que comprometerá la salud de no pocos pacientes, si no lo está haciendo ya».
Para finalizar sus discursos dejaron claro que no cesarán sus protestas hasta que las soluciones sean una realidad y no un parche como en la actualidad y que si es necesario volverán a convocar nuevas concentraciones para que el Hospital Virgen de los Lirios no se muera y se ponga a la altura de los de las grandes capitales.
