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El inicio de la recogida selectiva de residuos en Banyeres genera reacciones dispares

Una parte de los vecinos muestra su apoyo a la medida por el beneficio ambiental que supone mientras otros la critican y afirman que faltan recursos - Los primeros días crean un cierto trastorno entre la población

Jami Blanes, vecina de Banyeres, deja el cubo a la puerta de casa para que lo recojan

Jami Blanes, vecina de Banyeres, deja el cubo a la puerta de casa para que lo recojan

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Jami Blanes, vecina de Banyeres, deja el cubo a la puerta de casa para que lo recojan Antonio Teruel

El inicio de la recogida selectiva en Banyeres, que arrancó el pasado 1 de diciembre, ha despertado reacciones muy dispares entre los vecinos en sus primeros días de funcionamiento. Mientras una parte de la población se muestra satisfecha por la implantación de la medida y destaca los beneficios ambientales que conlleva, otra incide en las críticas por su aplicación de golpe, sin un periodo de transición y con lo que consideran falta de los recursos necesarios. Unos y otros coinciden en señalar que todavía han transcurrido pocos días desde que comenzó el sistema, pero los detractores auguran su fracaso, mientras quienes lo defienden le dan un voto de confianza.

En lo que están de acuerdo todos es que la nueva recogida selectiva por fracciones, dependiendo del día, ha generado un trastorno al suponer un cambio absoluto frente a lo que se había hecho hasta ahora. Eso sí, los que están a favor piensan que esa sensación de desbarajuste será pasajera, hasta que el sistema se asiente. Como María Dolores Segura, quien afirma que «es cuestión de adaptarse y mentalizarse». A su juicio, «generamos muchísima basura» y, por esta razón, «si esta medida va en beneficio de la ecología, perfecto».

Esta vecina encuentra «normal» que en estos primeros días se produzca cierta confusión, aunque otros no se muestran tan optimistas con el futuro de este sistema de recogida. Es el caso de José Antonio García, quien lo califica de «desastre» y cree que «el mayor problema es que lo han hecho de golpe», sin un periodo transitorio de coexistencia con el modelo anterior y sin todos los recursos necesarios. Alude, por ejemplo, al reducido tamaño de los cubos que ha facilitado el Ayuntamiento, o a que no se hayan tenido en cuenta aspectos como la incomodidad de tener que guardar un mínimo de dos días los residuos orgánicos, sobre todo en viviendas pequeñas o sin un balcón o una galería.

«¿Cómo vas a tener el orgánico varios días en casa así?», se pregunta este vecino. También critica que, con el nuevo sistema, cubos y bolsas quedan más a merced de inclemencias meteorológicas en la calle hasta que se recogen, y que eso se notó durante los días en que sopló mucho viento a principios de este mes. «Estaban las calles llenas de bolsas». Aun así, está siguiendo el sistema, y tiene varios cubos en su balcón para separar los residuos, pero insiste en criticar que «qué va a pasar en verano, cuando haga calor y la basura desprenda olor».

En esa misma cuestión abunda José Tormo: «Durante el invierno, aún aún, ¿pero y en verano?», se plantea. Coincide en que todo se ha hecho de manera muy precipitada. «Deberían haber dejado algo de margen para que la gente se adaptara», sostiene. Además, critica que «estamos qutando trabajo a quien debería hacer la tarea de reciclar, que son los operarios de las plantas». Así, augura que esto «quitará puestos de trabajo» a medio plazo.

Otra vecina que prefiere no dar su nombre y que también es crítica con el sistema admite que se anunció con mucho tiempo de antelación y que se ha ofrecido bastante formación, pero aun así asegura que el nuevo modelo es «un quebradero de cabeza». «Tienes que dividirte en casa por cubos diferentes», argumenta. «Se están generando muchas dudas, como qué debe ir al cubo de resto», añade. En su opinión, el modelo es demasiado «utópico y difícil de llevar a cabo».

«Para mí es fácil»

Una opinión contraria a la de esta vecina es la de María Salud Francés, otra residente que muestra bastante satisfacción con el modelo de recogida selectiva que acaba de implantarse. «Se trata de reciclar, creo que no es tan difícil; a mí al menos me resulta fácil hacerlo». Asume que los cubos que ha proporcionado el Ayuntamiento pueden ser pequeños para una familia numerosa, «pero no para una más pequeña; en todo caso, lo único que ocupa mucho espacio es el plástico».

Para esta vecina, «la gente que ahora más se queja es la que antes no reciclaba o tiraba basura al contenedor el sábado [día en que no había recogida ni la hay tampoco ahora], y ahí se quedaba hasta que la recogían el domingo por la noche». María Salud Francés cree que el método actual es mucho más higiénico que los anteriores contenedores, porque no se acumulan muchos residuos. «A nadie le gusta la basura, y menos la de los demás», señala, aludiendo a las molestias que debían soportar quienes tenían un contenedor cerca de su casa.

Tampoco Jami Blanes ve demasiado problema en la nueva forma de retirada de la basura. Señala que en Banyeres ya estaban de alguna forma acostumbrados a reciclar, puesto hace ya años que la Cofradía de San Jorge se encargaba de recogerlo y llevarlo a una fábrica para su reutilización. «Nunca ha sido un problema», explica. «Si ahora tenemos que reciclar más, pues reciclamos más», dice con total naturalidad. «No sé si la que han puesto será la fórmula de reciclar, pero si no lo es, tenemos que encontrarla; lo que no puedes hacer es negarte a las cosas». Admite que está generando muchas dudas, pero «puedes preguntarlas al Ayuntamiento y te las resuelven». También apunta consejos para que los residuos huelan menos: «Si tengo que sacar un plástico que ha envuelto pescado, no me cuesta nada limpiarlo antes de meterlo en el cubo».

El alcalde de Banyeres, Josep Sempere, señala que en el equipo de gobierno están «contentos de cómo está yendo» la implantación del sistema y que, pese a las críticas, «estamos en un nivel de incidencia menor» que en otras poblaciones donde se ha puesto en marcha. «Hay un importante grado de concienciación» entre la población, aunque al mismo tiempo «un sector no le vea la utilidad» y que, a su juicio, «protestaría de todos modos». Añade que la concejal delegada de Residuos Urbanos, Ester Revert, está respondiendo todas las dudas que están formulando los vecinos a largo de estos días.

Contenedores de emergencia para situaciones puntuales

El alcalde de Banyeres comenta que en situaciones puntuales en que se generen muchos residuos los vecinos podrán acudir a alguno de los «puntos de emergencia» que se han habilitado en tres zonas: El Ventorrillo, el polígono Barraquetes y el polideportivo. Allí se han dispuesto contenedores de las diferentes fracciones de residuos, de forma que se podrán depositar. Esta medida está planteada para fechas como las próximas Navidades, u ocasiones en las que cualquier particular genere más residuos o no pueda esperar al día fijado para la recogida.

El Ayuntamiento ha hecho asambleas informativas y repartido folletos y horarios de recogida. | JUANI RUZ

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