Agentes de la Guardia Civil de Villena y de Novelda han desarticulado un grupo itinerante de ladrones de catalizadores de vehículos que han sido acusados de 150 hurtos de estos dispositivos en Alicante y otras 14 provincias. En la operación han sido detenidas tres personas en Ibi y otras dos en Madrid, donde la banda, de origen rumano, tenía su base de operaciones. La Guardia Civil afirma que el perjuicio económico causado con los 150 robos supera los 170.000 euros. Asimismo, los investigadores han puesto a disposición judicial más de 10.000 catalizadores intervenidos en dos chatarrerías de Madrid, muchos de los cuales han sido sustraídos por la banda.

Dos de los arrestados, el cabecilla y el encargado del aparato logístico, han ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial en Madrid, mientras que los tres arrestados en Ibi quedaron en libertad con cargos y con medidas cautelares.

Uno de los detenidos.

Los robos esclarecidos fueron cometidos en las provincias de Álava, Albacete, Alicante, Asturias, Badajoz, Castellón, Huelva, Jaén, La Rioja, Lugo, Murcia, Salamanca, Santander, Tarragona y Valencia.

La "operación Catabul" se puso en marcha el pasado enero tras detectarse un aumento de la sustracción de catalizadores en los municipios de Villena y Novelda. Los investigadores averiguaron que se trataba de una organización criminal de ámbito nacional que operaba desde el distrito madrileño de Puente de Vallecas y solicitaron información a la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol).

Según la Benemérita, los integrantes de la banda se desplazaban semanalmente por toda la geografía española para robar catalizadores y se alojaban en hoteles apartados para poder actuar en la misma noche en varias localidades limítrofes. Entre los ladrones figuraba un experto conductor que no dudaba en elevar la velocidad del vehículo en hasta los 180 kilómetros por hora en vías interurbanas.

Uno de los arrestados era el cabecilla de la banda y otro era su lugarteniente, quien se dedicaba a adquirir los vehículos utilizados para cometer los robos y a reservar los alojamientos donde se hospedaban los ladrones.

El alto grado de especialización de la banda quedó evidente tanto en la forma de desarrollar la actividad delictiva como en las técnicas que utilizaba para intentar evadir la acción policial. Con la finalidad de obstaculizar los seguimientos policiales, los miembros de la banda iban alternando salidas de España con destino a otros países de Europa.

La Guardia Civil llevó a cabo la fase de explotación de la operación el pasado 24 de mayo tras identificar a todos los miembros de la banda y obtener los indicios necesarios para acreditar la participación de todos ellos en los delitos esclarecidos. Por un lado, los agentes realizaron dos registros en Puente de Vallecas, uno en un edificio donde tenían la base de operaciones y otro en un local próximo donde guardaban las herramientas utilizadas para los robos y diverso material sustraído. En Madrid fueron detenidos el jefe y su lugarteniente, mientras que en un hotel de Ibi detuvieron de forma simultánea a otros tres miembros de la banda cuando regresaban de robar diversos catalizadores.

En los registros intervinieron diversas herramientas utilizadas para los robos, 70 gramos de metanfetamina de cristal, varios terminales de telefonía móvil, cinco vehículos de gama media, 17.000 dólares americanos y otras cantidades económicas en diversas divisas.

El criadero ilegal de perros descubierto. INFORMACIÓN

La Guardia Civil también realizó al día siguiente una inspección en una finca de Quintanar de la Orden (Toledo) frecuentada por la banda y allí descubrieron un criadero ilegal de perros. Los agentes intervinieron 12 canes de las razas american bully y pastor alemán checo.

Los detenidos, de entre 20 y 47 años, ya contaban con antecedentes por hechos similares y les imputan un delito de pertenencia a grupo criminal, 150 delitos de hurto y otro de tráfico de drogas. Asimismo, se han levantado diversas actas administrativas por ejercer la actividad de cría de canes sin las correspondientes autorizaciones administrativas.

El aumento de los robos de catalizadores se debe al aumento de los precios de los metales que lo componen, como el paladio y el platino. Actualmente el precio del gramo sobrepasa los 50 y 30 euros, respectivamente. La función principal de los catalizadores de los vehículos es la de reducir la contaminación producida al expulsar los gases al exterior y el coste de la reparación es mucho mayor que el beneficio que obtienen los ladrones.