La plaza de la Iglesia de Ibi muestra sus entrañas en sus obras de reforma

Los trabajos avanzan al ritmo previsto y se espera que estén terminados el próximo mes de agosto, de forma paralela a los del templo parroquial - La gran zanja excavada obliga a instalar medidas de protección de los edificios próximos

La plaza de la Iglesia de Ibi está mostrando sus entrañas estas semanas, durante las obras de reforma integral que se están llevando a cabo en este espacio público. Donde a lo largo de 40 años hubo una fuente monumental y una gran escalinata, que a su vez constituía la cubierta de un parking en desuso, hay ahora una enorme zanja. El hueco, que abarca la práctica totalidad de la superficie de la plaza, muestra la profundidad de terreno que se ha excavado, así como la envergadura de estos trabajos de remodelación.

El desarrollo del proyecto está siguiendo su curso normal, tal y como recuerdan fuentes municipales, pero con todo la imagen de ver la plaza convertida en una gran oquedad impacta a cualquiera que conozca el lugar y no siga el discurrir diario de la actuación. Tal movimiento de terrenos obedece a que unas principales obras que se van a acometer dentro de este proyecto es la reparación y ampliación del aparcamiento subterráneo de la plaza. El que había tenía capacidad para solo 16 vehículos y, además de ser de titularidad privada, se encontraba inutilizado desde hacía mucho tiempo al haber cedido su techo. En el nuevo, que será público, cabrán 58, lo que requiere de un espacio mucho más amplio.

El nuevo parking es uno de los cambios más significativos que se harán en la plaza, junto con la mejora de la accesibilidad y la eliminación de barreras arquitectónicas en superficie. Es decir, la imagen de las escalinatas que se convirtieron en características de la plaza tras su anterior reforma en 1982 quedará solo en el recuerdo, y el espacio será mucho más diáfano. Lo que sí volverá en el futuro es el monumento a la Virgen de los Desamparados y las Fiestas de Moros y Cristianos de Vicente Ferrero, que ha tenido que ser retirado, al igual que la fuente ornamental de la parte más baja de la plaza, instalada tras la traída de las aguas potables a Ibi a finales del siglo XIX, y que ha sido desmontada.

Otra vista de las obras de la plaza, donde se aprecian los trabajos realizados en la iglesia, que se desarrollan en paralelo.

Otra vista de las obras de la plaza, donde se aprecian los trabajos realizados en la iglesia, que se desarrollan en paralelo. / JUANI RUZ

Las obras de la plaza de la Iglesia tienen un coste de 2,4 millones de euros y comenzaron el pasado mes de octubre, después de dos licitaciones fallidas que atrasaron un año el desarrollo de la actuación. En la segunda ocasión, la empresa adjudicataria renunció en el último momento, cuando ya estaba el espacio vallado y con maquinaria, dejando durante varios meses una cruda imagen de abandono. Ahora, sin embargo, se espera que los trabajos concluyan el próximo agosto. Es decir, se prevé que estén recién finalizados para las Fiestas de Moros y Cristianos, al igual que los de reforma del contiguo templo parroquial de la Transfiguración del Señor. Estos, muy avanzados ya, se centran ahora en las fachadas recayentes a la calle Les Eres.

Andamios sobre las fachadas del templo parroquial que recaen a la calle Les Eres.

Andamios sobre las fachadas del templo parroquial que recaen a la calle Les Eres. / JUANI RUZ

La magnitud de los trabajos en la plaza, por otro lado, ha obligado a establecer medidas de protección para los edificios cercanos, como la emblemática Casa Gran y las viviendas más cercanas de las calles Trinidad y San Francisco. La vivienda señorial que alberga el Museo de la Fiesta ha sido apuntalada de manera preventiva. Fuentes municipales inciden en que este trabajo se lleva a cabo "con mucho cuidado", y que el hecho de que parte del personal técnico que participa en los trabajos sea de Ibi hace incluso que este aspecto se tenga más en cuenta, dado que "saben del valor de estos edificios".