Colores que llenan la Font Roja

El cambio de tonalidad de las hojas de los arces, los robles y los fresnos atrae a miles de excursionistas y amantes de la montaña

Miles de excursionistas y amantes de la montaña disfrutan de la Font Roja

Juani Ruz

La llegada del otoño siempre es una fecha especial para el parque natural de la Font Roja. Gran parte de las masas boscosas se van tiñendo de amarillo, naranja o rojo poco a poco, dejando atrás el color verde que ha predominado durante buena parte del año.

Es en esta fecha también, conocida bajo el nombre de “la otoñada” cuando el parque registra una mayor afluencia de visitantes. Excursionistas, fotógrafos, recolectores de setas y, en general, amantes de la montaña no quieren perderse el espectáculo visual que se vive en el paraje.

No obstante, cada año el otoño se retrasa más debido al cambio climático, esto hace que los colores sean menos intensos. La falta de lluvia, el viento y la entrada tardía del frío son factores que afectan directamente al ecosistema y apariencia del parque.

Aquellos árboles de hoja perenne como las carrascas siguen con la misma hoja todo el año. Sin embargo, aquellos que sí que han experimentado un cambio en la pigmentación de su arboleda han sido el fresno, el arce y el roble. El técnico medioambiental de la Font Roja, Pep Cantó, explica que “estos árboles de hoja caduca tienden a colores como amarillo, naranja, rojo, morado… toda esa gama se pueden encontrar en el parque y cada vez de un color diferente” además añade que “cambia de un año a otro según las condiciones ambientales. Estás especies son las que caracterizan al parque natural”.

Un excursionista camina por una de las sendas del paraje.

Un excursionista camina por una de las sendas del paraje. / Juani Ruz

El especialista medioambiental sostiene que hace 30 años la mejor época para visitar el parque era el tercer fin de semana de octubre: “Como el frío tarda cada vez más entrar, el cambio de hoja se retrasa. Los árboles piensan que es primavera todavía y no cambian las hojas”. A su vez, Cantó revela que cada año se notan menos los colores por la falta de lluvia, el viento y el calor: “Lo normal de un otoño en el mediterráneo es que llegue a finales de septiembre, comienzos de octubre y los árboles identifiquen esas condiciones ambientales, es ahí cuando el color de la hoja se acentúa. Si no hace frío, hay árboles que están secando su hoja y no acaban de coger ese color intenso”, afirma.

La hoja, con la llegada del otoño, pierde la clorofila y según las condiciones ambientales (lluvia o frío) domina un pigmento de color u otro. “Recuerdo en el año 95 que hubo un octubre con mucho frío y lluvia, por lo que dominaba el color rojo”, asegura el experto.

Pequeño Pirineo

Muchos excursionistas se sorprenden del atractivo del parque natural en estas fechas, llegando a compararlo con la zona norte del país. En este sentido, Cantó explica que “la orientación del parque natural de oeste a este hace que tenga una cara norte y sur. La cara norte en un otoño normal que hubiese llovido hubiésemos visto como no le da el sol, esto hace que se acumule en ella una cantidad de musgo y líquenes” esto hace que, añadido a los colores de las hojas, el técnico asegura que “mucha gente los compara con Cantabria o el Pirineo. Se sorprenden mucho, no hace falta irse al norte lo tenemos aquí y hay que ponerlo en valor”, concluye.

El director del parque natural de la Font Roja, Salvador Palop, corrobora que “esta época junto a semana santa es la que más visitas concentra, aunque en otoño hay más. Está funcionando todo bien, la regulación de accesos va bien y la gente lo respeta y pide su reserva”.

Iván y Rocío son dos excursionistas que vienen desde Elche, esta segunda nunca había visitado el parque: “No sabía ni que existía, he venido porque él es profesor y había venido con los alumnos. Es muy bonito y la ruta es muy fácil, merece la pena venir”, afirma. Por su parte, Paco sostiene que “suelo venir todas las semanas. Voy viendo las diferencias de color que hay de una estación a otra”.

A pesar de que este otoño es más flojo de lo normal en cuanto a variedad colores, un intenso amarillo ya se puede observar en algunas masas boscosas del parque. “La otoñada” se trata de un espectáculo fugaz, por lo que si quieren disfrutar de él, solo le quedan dos semanas.