Donde el buen gusto combina con la tradición

Los trajes de las fiestas de Moros y Cristianos son una manifestación de la herencia cultural de la región

Los colores y patrones elaborados reflejan la diversidad y la exuberancia de la época medieval.

Los colores y patrones elaborados reflejan la diversidad y la exuberancia de la época medieval. / Juani Ruz

Noelia Vázquez Lozano

Noelia Vázquez Lozano

Tradición, artesanía y pasión. Estas son algunas de las variables que se combinan para crear las maravillosas piezas de coleccionista que son los trajes de las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy.

Proceso de fabricación

El proceso de fabricación de un traje de esta envergadura es largo y meticuloso. Comienza por una fase de investigación en la que el diseñador ha de documentarse y buscar la historia que se pretende contar. Todos los trajes cuentan una historia y cada elemento que los componen deben de estar puestos por un motivo, nada es al azar. Pueden estar inspirados en leyendas, historias o en la vida y familia de quien lo va a llevar. Posteriormente, la fase de bocetaje, que es la más importante para tener un resultado exitoso. En ella, además de la parte estética, se ha de tener en cuenta con qué tejidos o materiales se va a confeccionar y cómo se va a sujetar cada elemento. Por último, se pasa a la fabricación

De este modo, son una manifestación vibrante de la herencia cultural de la región, donde la indumentaria oficial representa un pilar fundamental en la narrativa de la historia local. A través de estas delicadas prendas, se honra el pasado y se celebra el presente, manteniendo viva una tradición que continúa cautivando a generaciones enteras. En la capital de la comarca de l’Alcoià, la historia cobra vida a través de la indumentaria.

Por todos es sabido que estas celebraciones forman parte del día a día de los alcoyanos, estando presentes en sectores como la gastronomía y la hostelería. Son una manera de socializarse con los demás, que tienen su punto de encuentro en las filaes.  

Cada año, los cargos cuentan con diseños exclusivos que no se descubren hasta las Entradas.

Cada año, los cargos cuentan con diseños exclusivos que no se descubren hasta las Entradas. / Juani Ruz

Materiales más empleados

En el bando moro suelen llevar túnicas largas, adornadas con bordados y elementos ornamentales que reflejan la ostentosidad de las culturas orientales. Por su parte, el bando cristiano optan por lucir armaduras relucientes, capas con cruces y otros símbolos cristianos, así como tocados y cascos que recuerdan la vestimenta propia de la época medieval

Las telas más empleadas cuentan con una gran variedad de detalles: terciopelo, brocado, satén, damasco, tafetán o seda, entre muchas otras. Los colores vibrantes y los patrones elaborados reflejan la diversidad cultural y la exuberancia de la época medieval. Desde los bordados hasta las joyas, cada detalle contribuye a la autenticidad y la majestuosidad de estos trajes. «La era de la digitalización nos ha otorgado posibilidades de hacer cosas muy espectaculares que antes no se hacían por lo costosas que eran» destaca Michel Abiétar, desde el taller de diseño y confección de indumentaria El Trencat

Las tendencias en los Moros y Cristianos, desde los inicios, vienen influenciadas por el mundo audiovisual, siendo los diseñadores los que tienen gran peso en la creación de algo diferente y original cada año.

Así pues, podría considerarse que el cambio ha sido en la manera de trabajar los materiales y no en ellos en sí. 

Exclusividad

Más allá de lo que son los trajes oficiales de las filaes, cada año los cargos cuentan con diseños exclusivos y originales que no se descubren hasta las Entradas. Además, algunos de estos son posteriormente alquilados a escuadras de otras fiestas de Moros y Cristianos de la provincia. 

Abiétar reconoce que no es un trabajo fácil, pero sí muy satisfactorio. También lanza un consejo a los nuevos indumentaristas: «Han de trabajar con ilusión. Están creando el sueño de una persona y eso se tiene que respetar, en cuanto a calidad, trato y cumplimiento con las fechas de entrega». 

Motor de la economía

En la provincia de Alicante hay más de 8.000 familias que viven de las fiestas, artesanos que han heredado de padres y abuelos quehaceres necesarios para un brillante lucimiento de fiestas tradicionales como los Moros y Cristianos. 

Concretamente, en Alcoy, artesanos, diseñadores y talleres de confección y almacenes de tejido tienen un gran peso en la industria de la ciudad, pues se ha convertido en un motor de la economía.