"Aquí, al ser casi todo urbanizaciones, hay una mentalidad un poco a la americana; cada uno vive en su mundillo". Así resume el carácter de su barrio el que fuera presidente de la asociación de vecinos del Polígono de San Blas, Lucas Medina, hasta que problemas de salud le obligaron a dejar el cargo. Desde entonces, oficialmente no hay aquí asociación de vecinos lo que, a juicio del antiguo presidente, refleja el sentir de un vecindario que "sobre todo se relaciona con la gente de su urbanización y poco más. No hay sentimiento de barrio". Desde luego, la falta de lugares públicos comunes donde reunirse no ayuda. "El único nexo de unión entre los vecinos es la hoguera", considera a este respecto el concejal socialista Lalo Díez, vecino del Polígono. Pero no todos piensan igual. Mari Carmen, una vecina que lleva viviendo aquí 14 años, asegura que "como en cualquier otro lugar, te vas al súper o a la farmacia y todo el mundo se conoce. Vas por la calle saludando a gente y hay mucha relación con los demás aunque es cierto que sobre todo, con los de tu urbanización".

El parque de la calle Ceuta y sus alrededores ofrecen la imagen más tradicional del barrio, con edificios bajos y calles estrechas, aunque sus vecinos no tienen muy claro si esto es el Polígono de San Blas, San Blas o Santo Domingo. En cualquier caso, el Polígono se caracteriza por sus grandes urbanizaciones que al disponer de piscina, jardines y zonas deportivas interiores no favorecen las relaciones vecinales de puertas afuera, al igual que ocurre con otras zonas residenciales de la ciudad como el Garbinet, las playas o Vistahermosa, así como los PAUS 1 y 2, que se consideran barrios independientes aunque oficialmente el Ayuntamiento los engloba en el Polígono.

"Aquí se vive de maravilla. Es una zona muy agradable. Las madres nos juntamos y los niños crecen junto a sus amigos. Ahora mismo vamos a un cumpleaños en una urbanización aquí al lado", señalaba Maria José a la que encontramos con su hijo Rubén saliendo de uno de los grandes complejos residenciales de la Gran Vía, en general bien conservados y cuidados y cada uno con su historia, como el llamado bloque de Telecomunicaciones que, iniciado por Ruiz Mateos, sufrió de lleno la expropiación de Rumasa de 1983 y sus compradores se mantuvieron en vilo al paralizarse las obras hasta que se retomaron, tal como recuerda una vecina. En la avenida Doctor Rico, junto a las instalaciones deportivas del Tossal, se encuentran también algunas de las urbanizaciones pioneras de la zona con 35 años de antigüedad. Se trataba de completos complejos residenciales con piscina y jardines de Alicante que además tenían en su haber la cercanía con el centro lo que provocó que el Polígono se convirtiera en una de las zonas de expansión más importantes de Alicante en los años 80 y 90.

Los orígenes del barrio se remontan más atrás. El Polígono de San Blas, al igual que el de Babel, fue proyectado en 1962 por la gerencia de Urbanismo dependiente del Ministerio de la Vivienda. En 1964 se urbanizó con aceras, calzadas, alcantarillado agua y luz, pero las viviendas no empezaron a construirse hasta mediados de los años 70 y en su mayoría se levantaron a través de cooperativas y patronatos. De su primera época son la parroquia, el colegio San Fernando y algunas de las urbanizaciones más reconocibles del barrio. De esta época son los conocidos como bungalows de Iberia, 64 adosados y una decena de locales comerciales en uno de los cuales se ubican la dependencias de la hoguera del Polígono de San Blas. Se conocen popularmente como los bungalows de Iberia porque los construyó una cooperativa de trabajadores del aeropuerto tal como indica Julio que vive aquí desde que se construyeron las viviendas en 1977 y que asegura estar muy a gusto. ¿Problemas?, el aparcamiento del centro de salud de San Blas, ubicado frente a los adosados, "Está sin asfaltar y tienen a los niños o a los mayores que vienen al centro de salud tragando polvo, y cuando llueve es un barrizal".

A caballo entre San Blas, Santo Domingo y el Polígono de San Blas, el centro de salud es una vieja reivindicación de la asociación de vecinos del Polígono. "Estuvimos muchos años luchando para que hiciera", señala Lucas Medina, quien, al igual que Julio, considera prioritario que se urbanice el aparcamiento del centro de salud "que está que da vergüenza".

Según unos en el Polígono y según otros en San Blas, se encuentra el pequeño parquecito de la calle Ciudad Real que resulta insuficiente para un barrio grande como éste y que carece de dotaciones públicas, y no por falta de espacio. En la avenida Doctor Rico, junto a un par de solares particulares cuyos propietarios esperan tiempos mejores para construir, hay un gran solar cuya propiedad comparten el Ayuntamiento y la Generalitat. A juicio de los vecinos, éste sería un lugar idóneo para acoger un parque público así como algunas dotaciones de las que carecen, como un centro polivalente para jóvenes y mayores o, como propuso en su día el partido socialista, una residencia para deportistas aprovechando la ubicación aquí de las principales instalaciones deportivas de la ciudad. De momento, la zona se sigue usando como aparcamiento y en fiestas acoge la hoguera.

Comercio tradicional escaso

Lo que uno no encuentra aquí son muchas tiendas. María José señala a este respecto que "yo me acerco a San Blas o al centro para casi todo, desde comprar unos zapatos a un par de medias". Sí que hay farmacia y varios comercios de alimentación como la panadería Peñalver situada en la calle Ciudad Real. Sus dueños, Mari Ángeles y Antonio, se sienten a gusto aquí aunque consideran que "éste es un barrio pobre en cuanto a comercios. Hay frutería y han abierto una carnicería aquí al lado, pero por ejemplo se echa en falta alguna pescadería". Con todo, en el límite con San Blas hay un par de medianas superficies, los jueves y los sábados tienen el mercadillo y la apertura del centro comercial Isla de Corfú en la Gran Vía, ha supuesto un incremento de la oferta comercial de que disponen los vecinos del polígono.

Paseando por el barrio, uno se encuentra con la sede de la asociación de Separados y Divorciados, el centro de Autistas, el Judo Club de Alicante, el Club de Petanca o la Asociación de Hellineros de la provincia en el tramo de doctor Jiménez Díaz de la Gran Vía, entre otras entidades asentadas aquí, y aunque no hay muchos lugares de reunión vecinal, en el barrio, además de sus instalaciones deportivas destaca la proliferación de colegios tanto públicos como privados. "Se vive bien aquí", señala Lalo Díez, "en diez minutos paseando estás en el centro, hay buena gente y esto es un pulmón verde gracias a los jardines de las urbanizaciones". A Lucas también le gusta su barrio aunque en su caso echa de menos una mayor colaboración vecinal que permitiera volver a poner en marcha la asociación de vecinos para reivindicar todo lo que la zona necesita.