El PSPV desoye a Rubalcaba y se lanza hacia una nueva batalla interna

El PSPV nunca defrauda. Mientras Alfredo Pérez Rubalcaba, investido ya como nuevo líder del PSOE, aleccionaba a los delegados en el cierre del congreso socialista que se ha celebrad0 este fin de semana en Sevilla, todas las familias del socialismo valenciano llevaban ya horas maniobrando para entregarse a una nueva disputa interna en el cónclave que se celebrará a finales de marzo en Alicante. Terminada la guerra, empieza la batalla del PSPV con Jorge Alarte reforzado y dispuesto a recomponer una mayoría pero con otro actor ya en escena. A lo largo de la próxima semana, Ximo Puig presentará un manifiesto para lanzar su alternativa y prepara, máxime después de quedarse fuera de la ejecutiva federal del PSOE, su candidatura para liderar el socialismo valenciano. Sería el cuarto aspirante en liza con el propio Jorge Alarte, Francesc Romeu y Manuel Mata.

Alarte sacó pecho en el cierre del congreso socialista de Sevilla. Su apoyo a Rubalcaba le ha convertido, junto a Romeu, en el gran vencedor dentro del PSPV. Y eso se notó. Casi de incógnito durante los dos primeros días de congreso y marcado por la espectacular fractura de la federación socialista valenciana, Jorge Alarte, por contra, se reivindicó como barón territorial durante la última jornada. "Hoy se habla más en valenciano y tenemos más representación. Fue una noche larga en la que se habló con todo el mundo y nosotros hemos participado en ese esfuerzo de diálogo. Rubalcaba tiene nuestro apoyo incondicional", aseguró el líder del PSPV a los periodistas.

Hoy, desde luego, está mucho mejor que ayer. La victoria de Rubalcaba corta la hemorragia de deserciones que el alartismo sufría en los últimos meses. Pero, desde luego, ese balón de oxígeno no le asegura una mayoría para renovar su mandato al frente del PSPV. Alarte sabe que la lucha entre Rubalcaba y Carme Chacón -que se impuso entre los delegados de la Comunidad por 51 votos frente a 36- agranda aún más las heridas del socialismo valenciano a menos de dos meses del congreso -casi seguro, tendrá como sede la Universidad de Alicante- y, por ello, abrirá una ronda de contactos para rebajar la tensión pero, sobre todo, para intentar sumar una mayoría en el PSPV que, hoy más que nunca, Alarte quiere volver a liderar.

La cuota de valencianos que aparecen en la nueva ejecutiva federal del PSOE diseñada por Alfredo Pérez Rubalcaba evidencia las preferencias de Ferraz: un gran acuerdo de unidad. Una idea que Rubalcaba reforzó durante la clausura cuando reclamó un esfuerzo a las organizaciones territoriales del partido para poner freno a la sangría. Para calmar tensiones, contentó a casi todas las familias del PSPV, con la única excepción de los seguidores de Leire Pajín, caída en desgracia. Mantuvo a Inmaculada Rodríguez-Piñero como secretaria de Economía, una plaza que es casi propiedad del socialismo valenciano desde hace años; aceptó la propuesta de Alarte para colocar en Madrid al portavoz del PSPV en la Diputación de Alicante, Alejandro Soler; contentó al lermismo, fuerza clave para la estabilidad del socialismo valenciano, con la entrada en la ejecutiva de la diputada Carmen Montón; y canjeó el apoyo de los diez delegados, vista la diferencia del congreso, claves que controlaba Francesc Romeu con una vocalía para Maite Noguera.

El mensaje que trata de ofrecer Alfredo Pérez Rubalcaba al PSPV es meridiano: en la Comunidad debe seguirse el camino que marca la nueva dirección federal del PSOE. Si las principales familias del socialismo valenciano comparten ejecutiva en Madrid, también pueden hacerlo en Valencia. Ese fue el gesto de Rubalcaba con el PSPV en los contactos de una larga noche en la que, al margen de los ganadores Alarte y Romeu, Ximo Puig ejerció como portavoz de los partidarios de Chacón, mayoría en la Comunidad. Lejos de atemperar los ánimos, el desenlace del congreso de Sevilla, la imagen de caos que ha ofrecido el PSPV y el rechazo a la figura de Alarte, al menos por ahora, siguen alimentando las maniobras para intentar relevar al actual líder de los socialistas valencianos.

De momento, los dos candidatos que ya han anunciado su intención de disputar a Alarte el control del PSPV no salen tampoco "tocados" del congreso. Al contrario. Ninguno de los dos se retira de la carrera. Manuel Mata ha ganado simpatías al ser casi el único que defendió en el plenario de delegados el rechazo a la gestión de Zapatero y después de abanderar cambios, aunque sin éxito, como la elección de secretario general por sufragio universal, que ha tenido gran número de adhesiones. Francesc Romeu, en el bando de los ganadores, coloca una pica en Ferraz, gana visibilidad y aprovechando eso va a tratar de sumar más apoyos agrupación a agrupación. "Estamos en la ejecutiva por méritos propios. Y, desde luego, vamos a seguir redoblando el contacto con los militantes para conformar una nueva mayoría que ya se va viendo", apuntó Romeu que, en todo caso, rechazó cualquier injerencia de Ferraz en la crisis del PSPV. "Lo debemos de resolver en nuestro congreso. Y somos nosotros los que tenemos que tomar las decisiones que correspondan", concluyó el dirigente socialista, que se incrustó, además, en la lista del comité federal.

Junto a Mata y Romeu, además del propio Jorge Alarte, en breve, se sumará a la carrera el alcalde de Morella, Ximo Puig, en lo que sería una repetición del duelo del congreso de 2008, cuando Alarte venció por veinte votos a Puig. Al estilo de Chacón, sus partidarios ultiman la redacción de un documento, que se presentará a lo largo de esta semana, como base de una candidatura alternativa con Ximo Puig, después de quedar fuera de la ejecutiva federal, como cabeza de cartel. En declaraciones a este periódico, el también diputado en el Congreso dejó claro que la situación del PSPV es "manifiestamente mejorable" y apostó por "hacer autocrítica" para cuajar "una alternativa potente" en la Comunidad dejando al margen "los proyectos personales". "Vamos a presentar ese documento en los próximos días para trabajar en la elección de una nueva dirección del PSPV más sólida", dijo el alcalde de Morella, al que todos miran. No en vano, los votos del lermismo son claves para cuadrar mayorías en el PSPV.

El sector de Pajín

¿Qué harán los seguidores de Leire Pajín después de quedar relegados tras su apoyo a Chacón? Respuesta: están dispuestos a entrar en una operación que conforme otra mayoría para frenar a Jorge Alarte, propiciar un cambio en el PSPV y no quedarse fuera de un decorado en el que Pajín, fuera de la dirección federal y arrinconada en el grupo del Congreso, tiene poco margen de maniobra. Pero no están dispuestos a ceder sus votos a cambio de nada. Quieren puestos de relevancia en la nueva dirección de los socialistas valencianos y, por supuesto, mantener la joya de la corona: la secretaría provincial de Alicante, puesto que actualmente ocupa Ana Barceló. En el último "congresillo" provincial, de hecho, se evidenció que los seguidores de Leire Pajín sólo mantendrán la mayoría si consiguen el respaldo del lermismo alicantino.

El malestar de los afines a la exministra de Sanidad era evidente. "Creo que Rubalcaba ha hecho una ejecutiva fuerte pero acorde, desde luego, con su modelo de partido. Pero, en cualquier caso, no se ha producido integración en la nueva dirección del PSOE", apuntó la secretaria provincial socialista que, de todas maneras, no quiso desvelar si optará nuevamente a dirigir la cúpula del partido en Alicante. "Ya hablaremos. Ahora toca el congreso del PSPV", dijo. Entre los partidarios de Pajín, en su mayoría parapetados en la ejecutiva que lidera Ana Barceló, sin embargo, se extiende la idea de que es necesario relevar a Jorge Alarte. "Es lo que se palpa en las agrupaciones. Esperamos que, llegado el caso, en Madrid respeten la opción que tome el PSPV", apuntaron desde este sector. En su cuenta de Twitter, Pajín, casi desaparecida desde que se consumó la derrota de Chacón, apuntó sobre su futuro: "De vuelta. Mucho trabajo por delante. Mucho que escuchar y reinventar". Sólo queda esperar.

Nueva división del socialismo valenciano en el debate de las ideas

En un congreso nominalista y marcado por la personalidad de Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, el "debate de las ideas" y los movimientos para cambiar el modelo de partido con el objetivo de ofrecer mayores cotas de participación han quedado en un segundo plano. En la madrugada del domingo, con un plenario semivacío y con Rubalcaba ya negociando la composición de la ejecutiva con los barones territoriales, se produjo una nueva división del socialismo valenciano. La enmienda que pedía la elección directa del secretario general por el conjunto de la militancia pasó la primera criba de la comisión y se discutió en plenario, defendida por un militante de Castellón. No salió adelante aunque tuvo importantes adhesiones. Alarte, Luna y Alejandro Soler, entre otros, votaron en contra. Elena Martín y Leire Pajín, en sus cuentas de Twitter sí defendieron ese sistema. Para el congreso del PSPV queda la recuperación de las comarcas, que convivirán con las provincias. P. r. f.Sevilla