Marina Olcina, primera regidora mujer del Ayuntamiento de Alicante en la República, era hermana de Vicente Olcina, escultor que colaboró en la construcción de la foguera con la que debutó el actual distrito festero de Autobusos, que en 1932 se llamaba Carrer Quiroga, actual calle Alemania. Para los foguerers de hoy de Sèneca-Autobusos ella representa sus orígenes, de ahí que eligieran su imagen, junto al retrato de la belleza del ejercicio, para ilustrar el llibret del 75 aniversario, y plasmar el ayer y el hoy de una comisión que presume, sobre todo, de fomentar la cultura y la tradición alicantina, un objetivo que se marcó en los años 80 junto a la defensa de la lengua vernácula, el valenciano, para las manifestaciones populares. De ahí que el distrito se llame ahora Sèneca-Autobusos, el cuarto nombre de su ya larga historia.

"Programamos actos culturales de todo tipo, exposiciones, teatro y un concierto cada año a pie de monumento, ya que intentamos promocionar la música de la Fiesta. De hecho, contamos con diez pasodobles dedicados a la hoguera y a sus festeros. Vestimos los trajes de zaragüell y labradora, y nos preocupa que la indumentaria sea la correcta para desfilar, incluyendo el traje de faena para las mañanas; y tenemos despertàs y correfocs", explica el actual presidente, Josep Amand Tomás.

Los llibrets son otra de sus señas de identidad. En 2012 ganaron el primer premio con "La millor terra del món", una publicación con un amplio abanico de colaboraciones de representantes de la sociedad alicantina, desde el obispo Rafael Palmero al diseñador Hannibal Laguna, el actor Alejandro Tous o el director de INFORMACIÓN, Juan Ramón Gil. Por todo ello, la reina Doña Sofía avaló el pasado ejercicio la labor cultural de esta foguera en su 80 aniversario.

Fue un grupo de mujeres, vecinas del distrito, el que fundó la comisión en 1932, cuatro años después del nacimiento de las fiestas del fuego. "Como la mujer no tenía derechos para realizar los trámites, el presidente que consta es Francisco Olcina", recuerdan los festeros, que hallaron el acta constitutiva en el Archivo Municipal. En ella se lee cómo Olcina, apenas tres semanas antes de la plantà, pidió al entonces alcalde, el republicano Lorenzo Carbonell, "se digne autorizar la implantación y cremà de esta foguera".

"La font del saber" fue construida por los propios comisionados y con los años se volvió a ver ya que en 2007 se levantó una réplica. El artista José Muñoz Fructuoso preparó una espectacular plantà "al tombe", a la vieja usanza.

La hoguera de 1933 fue "Apañaos estem", que Vicente Olcina plantó ya en solitario, y al año siguiente Carmen Riera se convirtió en la primera belleza. Carmen Juan fue la última representante del distrito como Carrer Quiroga, en 1936, año en que tuvieron su primera foguera infantil. El boceto se conserva también en el Archivo Municipal. Las mujeres de nuevo tuvieron un importante papel puesto que el monumento fue levantado por alumnas de la vecina Escuela Normal y Graduada Anexa.

Pasada la Guerra Civil, a la hoguera le costó reaparecer y tuvieron varios titubeos. Sin embargo, "en 1950 surgió una comisión de vecinos, capitaneados por Joaquín Puig, que de manera discreta empezaron a trabajar para plantar". De nuevo cambiaron de denominación, y pasaron a llamarse Séneca-Autobuses ya que acababa de inaugurarse la por entonces nueva estación de viajeros.

Esa discreta comisión, de ahí el lema que aún mantienen "I no voliem", consiguió contratar al mejor artista de la época, Ramón Marco, que plantó "Sucedáneos en el arte", dando al distrito el premio especial por primera vez en su historia. Repetirían artista y triunfo en 1951 con "El yugo de la moda, y en 1954 con "La vida es un juego", esta vez de José Gutiérrez. Una marca que no han podido igualar hasta ahora, aunque a punto estuvieron en junio con el monumento "Origen", de los pequeños Fonseca, que cosechó un meritorio segundo premio. "Nuestra aspiración es ganar, como todos los que plantamos en Especial, sección en la que concursamos desde el año 2000 ininterrumpidamente. Pero lo importante es hacer fiesta y cultura,es lo que le gusta a nuestro colectivo, y acabar el ejercicio con las cuentas saneadas. Si tenemos premio maravilloso, pero tampoco nos cegamos".

Los monumentos -plantan el infantil también en especial- se llevan el 70% del presupuesto anual, que se sostiene en tres pilares: las cuotas de los festeros, los ingresos por publicidad y la venta de mesas del macro-racó que instalan, que se llena con 2.000 personas cada noche de Hogueras, muchos de ellos jóvenes. Como los que en 1966 cogieron las riendas de la hoguera, chavales de entre 14 y 16 años bajo la dirección de Tomás Llorca. Con la foguera "Inquietudes", de Juan Capella, ganaron en Segunda, y la Fiesta les bautizó como "la comisión ye-ye". Ahora escasean los niños en sus filas, como las cartillas de vecinos, que casi se han perdido. "Sí que tenemos más apoyo del comercio. De ahí que nos hayamos unido a través de la plataforma Séneca y trabajemos con ellos para reactivar el barrio, que está un poco olvidado".