El Ministerio de Fomento rechaza el último proyecto viario presentado por la mercantil Viviendas Sociales del Mediterráneo, propiedad del constructor Enrique Ortiz, para facilitar los accesos al futuro centro comercial de Ikea desde la circunvalación de Alicante, que se planteó a finales de diciembre de 2012. La Unidad de Carreteras del ministerio exige, según la documentación facilitada al diputado de Compromís, Joan Baldoví, que la actuación respete al máximo la agilidad del tráfico en la A-70. El promotor deberá construir dos carreteras de servicio y de dos carriles a ambos lados de la circunvalación, que conecten de manera independiente los accesos desde la autovía de Madrid (A-31), por la que llegará a Ikea todo el tráfico desde el Vinalopó, y desde la A-77, que conecta Alicante con la Foia de Castalla y Alcoy.
Fomento incide en su escrito en lo que ha sostenido desde que la promotora planteó los accesos, y es que la apertura de Ikea y negocios paralelos, no afecte para nada al tráfico de la circunvalación, cuyo objetivo es facilitar el movimiento de los vehículos que crucen en Alicante en dirección a Murcia o Valencia, y no de servir para acceder a centros comerciales privados. Para ello, la solución definitiva pasa por construir dos carreteras independientes, cuyo coste aproximado final podría alcanzar los 40 millones de euros.
El ministerio sostiene en respuesta al proyecto presentado por Ortiz, promotor del plan parcial Lagunas de Rabasa, que con el desarrollo del sector y de los centros comerciales resulta «necesario ampliar la capacidad de la autovía A-70, para la cual será preciso la construcción de sendas vías colectoras al menos entre el enlace de la A70/A31 y el nuevo enlace A70/A77, de modo que el tráfico no entre en conflicto con el restante en la circunvalación». La totalidad de la red viaria que configura la conexión de la circunvalación y la autovía de Alcoy, incluyendo las glorietas a distinto nivel y las vías colectoras, deben figurar en una única unidad de ejecución. El ministerio reclama también que se construya conjuntamente con el resto de las conexiones viarias el paso a distinto nivel de la A-70, que enlazará la red viaria de Ikea con la ronda Sant Joan-San Vicente.
Por otro lado, en el informe se apunta que la normativa urbanística debe incluir que para las nuevas construcciones próximas a carreteras del Estado, existentes o previstas, será necesario que con carácter previo al otorgamiento de licencias de edificación se lleven a cabo los estudios correspondientes de determinación de los niveles sonoros previsibles, así como la obligación de establecer limitaciones a la edificabilidad, o de disponer de los medios de protección acústica, con cargo al promotor.
En principio, Viviendas del Mediterráneo había planteado que el centro comercial de Ikea tuviera una conexión directa con San Vicente del Raspeig a través de un paso subterráneo que atravesaría la autovía a la altura de la zona de ampliación de la Universidad entre la rotonda del Campus y la de la de la autovía de Alcoy, y que sigue en vigor. El acceso final a Ikea estará a la altura de la rotonda de la A-77, donde confluirán las dos carreteras paralelas a acometer.
