La segunda ciudad más antigua de Finlandia, Porvoo, es el escenario en el que estudiantes del Instituto Leonardo Da Vinci han practicado el modelo de enseñanza finés, con prácticas de formación profesional en diversas empresas a lo largo del mismo curso: geriátricos, hospitales, guarderías y centros de salud.
Guillermo Gómez y Adrián Muñoz explicaron ayer a sus compañeros en Alicante que las clases teóricas se imparten por videoconferencia, porque quienes viven en el norte no pueden desplazarse a diario los 200 kilómetros que les separan del centro de formación.
Son cursos para jóvenes que han retomado los estudios después de formar una familia y que, como no tienen trabajo, reciben una subvención de entre 1.500 y 2.000 euros para su estancia en las empresas de prácticas y su desplazamiento y manutención cuando es necesario, como también explicaron el profesor de Nuevas Tecnologías Jordi Terol y Cecilia Jurado.
Aulas de no más de 16 alumnos y subvenciones para las empresas que se implican con las prácticas de formación son extremos muy alejados de nuestro sistema educativo, pero al que tiende la futura FP dual, como precisan los docentes que organizan el intercambio.
Idioma
Además, los estudiantes alicantinos lograron practicar su inglés en la convivencia con las familias, uno de los aspectos que más les llamó la atención en una visita que jóvenes finlandeses devolverán en mayo a Alicante para conocer, a su vez, el sistema educativo español y practicar, también, el idioma.