Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La manifestación en Alicante cortó el tráfico dos horas.pilar cortés

El rector sancionará a quienes levantaron barricadas en la UA

La Universidad valorará el coste de un día sin clase y lo hará pagar a quienes impidieron ayer por la fuerza el acceso al campus por la huelga. La alcaldesa de Elche no emprenderá acciones legales por el escrache

El rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, ha decidido tomar medidas contra las barricadas que se montan en los accesos al campus cada vez que se convoca una huelga y que impiden «por la fuerza» acceder a las clases. Tal y como sucedió con la anterior jornada de huelga, la UA amaneció ayer con barricadas en sus accesos y, una vez más, el rector se encontraba de viaje en el extranjero, esta vez en Perú, para la firma de diversos convenios.

No obstante y desde primeras horas de la madrugada en el país latinoamericano, -las barricadas se empezaron a colocar a las 6.30 horas en la UA-, el rector, en contacto con su equipo de Gobierno, decidió encargar un informe económico del coste de cada día de formación para los universitarios, con el propósito de que los responsables de la barricada de ayer «se hagan cargo, una vez identificados».

El sindicato de empleados públicos de la Comunidad en la UA, SEP-CV, culpó al Rectorado a última hora de la mañana, en un comunicado, de haber acordado con el colectivo de estudiantes el cierre de las puertas de acceso, al margen de la barricada, extremo que el propio Palomar desmintió categóricamente: «El Frente de Estudiantes Universitarios (FEU) ha actuado sin ningún tipo de acuerdo ni petición. Posteriormente se dialogó para que al menos se pudiera acceder caminando y por el centro comercial anexo. La puerta móvil situada frente al tanatorio la cerraron ellos» y, por lo mismo, se van a «exigir responsabilidades».

Por contra, la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, no tiene intención de emprender acciones legales contra el grupo de manifestantes que protagonizó un escrache frente a su domicilio particular el miércoles. Los jóvenes profirieron gritos frente al edificio donde reside, aunque no se encontraba allí.

Alonso señaló ayer que respeta el derecho a manifestarse, pero que también hay que respetar los derechos de los demás: «La gente tiene que ser escrupulosa y ajustarse a la legalidad», dijo, e insistió en que la protesta estaba autorizada en el Ayuntamiento, no en su casa. En alusión a la reciente despedida de Adolfo Suárez, señaló que hay que aprender de él y apostar por el diálogo: «Por chillar mucho o agredir a otros no se tiene la razón», dijo.

También ayer medio millar de estudiantes de toda la provincia mantuvieron en alerta a un importante despliegue de agentes en Alicante durante la manifestación que, desde el IES Jorge Juan, concluyó en una primera fase ante la sede del Consell, vallada y acordonada por las fuerzas de seguridad.

La mitad de los que engrosaban la protesta decidió seguir, ya sin autorización, hasta la plaza del Ayuntamiento primero y a Canalejas dos horas después, cortando la calle en ambos casos. Solo la amenaza de multas de mil euros por alterar el orden público y la identificación de una decena de alumnos logró disolver a los más insistentes.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.