La ronda de reuniones para un pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Alicante tras la pérdida de la mayoría absoluta por parte del PP continuó ayer con un encuentro entre el alcaldable del PSOE, Gabriel Echávarri, y el de Compromís, Natxo Bellido. Si bien ambos coincidieron en la necesidad de marcar una hoja de ruta que dé estabilidad a un pacto de gobierno, ninguno cedió en su reivindicación de la Alcaldía. En un comunicado, Echávarri aseguró que la reunión se afrontó «sin condiciones ni exigencias previas», pero defendió su posicionamiento como alcalde por ser el más votado «de todas las fuerzas con las que se va a negociar» y «por mero respeto a la lógica democrática dentro de dichas fuerzas del cambio».
Además, el socialista aseguró que buscará una investidura «que cuente con el apoyo de los 21 ediles que han hecho posible el cambio en esta ciudad», entre los que incluye a las fuerzas de izquierdas (PSOE, Guanyar y Compromís) y también a Ciudadanos. «No cerramos las puertas a nadie, excepto al PP», dijo Echávarri en un comunicado, en el que apuntó que en los próximos días se reunirá con otras fuerzas políticas, sindicatos y asociaciones para «pulsar el cambio» en la ciudad. Por su parte, el alcaldable de Compromís, Natxo Bellido, trasladó a Echávarri que la Alcaldía es un aspecto a negociar y los tres partidos (PSOE, Guanyar y Compromís) parten de legitimidad para reclamarla. Sobre una Alcaldía rotatoria, Bellido consideró que «no es una fórmula que nos parezca la más adecuada».
Más allá de un pacto de investidura, sostiene que «hay que caminar a un pacto de gobierno que dé estabilidad», con un programa conjunto que marque la hoja de ruta. Para Compromís «la base de un acuerdo» de gobierno debe pasar por un tripartito de izquierdas (PSOE, Guanyar y Compromís) en el que no tienen cabida ni Ciudadanos, con el que se sentará por «lógica democrática», ni el PP, con el que asegura ni siquiera se reunirá durante el proceso. «Estas tres fuerzas políticas son la garantía de un gobierno estable en la ciudad, lo cual no es posible con otras sumas aritméticas y políticas posibles», sostiene Bellido, quien incidió que otras posibilidades «no dan la estabilidad que reclamamos en Compromís».
En el encuentro, el líder de Compromís también aludió al órdago lanzado por Echávarri a Guanyar, asegurando que se sentaría a negociar con Podemos por considerar que «más de 20.000 votos los consiguieron a través del apoyo de esa formación». Bellido recordó a Echávarri que Compromís está formada por tres partidos y le preguntó si también tenía intención de sentarse con todos ellos por separado. De hacerlo, le avanzó que se encontraría con una misma respuesta. Echávarri asistió a la reunión junto al portavoz de la ejecutiva, Lalo Díez, y su número dos en la lista, Eva Montesinos, que no intervino en ningún momento.
Bellido aseguró que «mantenemos un punto de coincidencia con las otras fuerzas con las cuáles nos hemos reunido, ya que estamos de acuerdo en que lo prioritario debe ser la conformación de un programa de gobierno que marque las prioridades de la hoja de ruta del cambio, tanto de las más urgentes como las de medio plazo». Compromís destacó que no se producirán reuniones durante este proceso con el PP «al cuál sólo se le pide transparencia y limpieza en el proceso de traspaso de poderes» y apuntó que «sí habrá algún encuentro con Ciudadanos, enmarcado dentro de la lógica democrática». No obstante, el líder de Compromís puntualizó: «Esta formación política no tiene que estar en la base de este acuerdo de izquierdas».
