La Generalitat Valenciana ha pasado la pelota de la valoración de la Dependencia a los ayuntamientos de la provincia. La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha encargado la tarea de realizar las evaluaciones de esta área a los trabajadores sociales de cada ayuntamiento, y con ello ha municipalizado el servicio y ha excluido a las cinco profesionales sanitarias que, mediante una encomienda de gestión, hasta ahora desempeñaban esta labor. Las psicólogas y la terapeuta ocupacional, que en mayo entrarán a formar parte de las lista del paro, han lamentado que, más allá de perder sus trabajos, la Conselleria no haya dado prioridad a la formación y experiencia que tienen, tanto en evaluación como en tratamiento. La Conselleria ha justificado esta medida asegurando que «se ganará agilidad para la resolución de los casos y cercanía con las personas que requieren apoyo».
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El equipo de valoradores de Alicante está compuesto por una trabajadora social, una terapeuta ocupacional y tres psicólogas. Una de estas profesionales, Cristina Arjona, ha hecho hincapié en que sus trabajos van más allá de la simple valoración de las actividades básicas de la vida diaria. También deben observar los casos, ser capaces de contrastar la veracidad de la información recogida y ver la situación de una forma global. En su opinión, los equipos deben de caracterizarse por su carácter multidisciplinar, su cualificación y su alta especialización para garantizar la calidad de las evaluaciones realizadas.
La Conselleria ha explicado a este medio que esta medida se extenderá a Valencia y Castellón a lo largo de septiembre y octubre, pero comenzará por Alicante al finalizar la actual encomienda de gestión con la empresa, tras haber decidido no volver a renovarla. En cuanto a la formación que se está impartiendo, los 105 trabajadores de la provincia están realizando cursos de 75 horas, 60 de teoría y 15 horas de prácticas. Fuentes autonómicas han asegurado a este medio que este curso está dando buenos resultados en otras comunidades autónomas. Para reforzar el servicio, el Consell ha transferido fondos para contratar a 9 personas de apoyo y otro por comarca. Además, se incrementará la jornada laboral de los actuales trabajadores sociales tras haber sido recortada el pasado año.
Cristina Arjona y sus compañeras han mantenido reuniones con la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, y la secretaria autonómica de Servicios Sociales y Autonomía Personal, Sandra Casas, y se han ofrecido a ser ellas las que se encarguen de la formación para agilizar el proceso y así poder incrementar el equipo, aunque finalmente su propuesta no ha sido aceptada. Han trabajado en esta tarea durante siete años, tienen estudios sanitarios, postgrado especializado en valoración de Dependencia y durante los últimos años han recibido formación continuada del Tribunal Médico de Valencia. Arjona considera que «solo lo hacen en Alicante como prueba piloto, el problema es que el Consell no quiere seguir manteniendo ninguna gestión por encomienda y nos echan con el argumento de que somos enchufadas cuando es incierto, nosotras estamos totalmente al margen de cuestiones políticas».
Arjona y sus compañeras consideran que sería beneficioso para el sistema que se contara con profesionales con experiencia en este ámbito y formación académica suficiente, por lo que proponen que la contratación se realice mediante ofertas de empleo público en las que se valoren los méritos de los diferentes profesionales.
Los trabajadores sociales del Ayuntamiento comenzarán a desempeñar esta función la primera semana de mayo después de haber recibido formación a través del mencionado curso que, para las valoradoras, es a todos los efectos «totalmente insuficiente» ya que «van a tratar casos muy delicados, la objetividad te la da la experiencia y la formación y es necesario realizar los informes sin la presión de conocer de cerca a las personas e incidiendo en aspectos relevantes de la patología que no se evidencian, sobre todo en trastornos mentales, discapacidad intelectual, personas con demencia, daños cerebrales o niños».