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Los excrementos centran ahora las quejas sobre la limpieza

Los vecinos aplauden el refuerzo en seis barrios de la ciudad pero advierten de que las cacas de los perros se han convertido en el principal problema

La reciente reordenación del servicio de limpieza de Alicante devolvió el pasado mes de octubre el barrido diario a barrios de la ciudad que en 2013 vieron reducida la frecuencia a tres días por semana. Este cambio, expuesto esta semana a los vecinos en la Mesa de la Limpieza, ha sido bien acogido por ahora entre los residentes de las zonas afectadas -Altozano, Carolinas, El Pla, Los Ángeles, Gran Vía Sur y San Blas-, que aseguran ver «con mayor frecuencia» al personal de limpieza por las calles de sus barrios. Eso sí, la satisfacción no es completa, ya que los vecinos critican que el problema de los excrementos de los perros «sigue sin resolverse», por lo que instan a la Policía Local a que obligue a los ciudadanos a cumplir la nueva ordenanza de Limpieza de Alicante, que contempla multas de hasta 750 euros.

Desde la Asociación de Vecinos de Carolinas Altas-Bola de Oro subrayan la «sensibilidad» de la Concejalía de Limpieza para reducir los problemas con la basura en las calles, a la vez que subrayan la problemática con los excrementos de los perros. «En las últimas semanas se nota que hay más empleados de la limpieza por las calles, pero estamos preocupados por las cacas de los perros, porque es un problema que sigue ahí, por ahora no le han puesto solución. Veo que Víctor Domínguez [edil de Limpieza, de Guanyar] tiene buena voluntad, pero el problema de las cacas también es competencia de otras concejalías del Ayuntamiento [en referencia a Seguridad, en manos del PSOE]», asegura Andrés Cremades, miembro de la directiva, quien aplaude el cambio de ubicación de algunos contenedores de basura que ha supuesto «una mejora en la imagen del barrio». Sobre el problema con los excrementos, el dirigente vecinal apremia a la Policía Local a que «cumpla con su deber», es decir, que haga cumplir a los ciudadanos la nueva Ordenanza de Limpieza para evitar que los viandantes tengan que fijar la mirada en el suelo para ir esquivando los excrementos de los perros que sus dueños se niegan a recoger.

En la misma línea se muestran desde el otro lado de la ciudad, en otro de los barrios que han visto aumentada la frecuencia de barrido, pasando de tres veces a la semana a unos trabajos diarios, de lunes a sábado. Para Manuel Alcón, de la Asociación de Vecinos Gran Vía Sur, el principal problema de limpieza en su barrio se debe a los excrementos de los perros. «Es cierto que vemos ahora a más trabajadores de la limpieza, pero la situación no ha cambiado en nada, seguimos con las calles llenas de cacas de perros», añade Alcón, quien también pide que la Policía Local se ponga «seria» con los dueños incívicos de mascotas para evitar que las calles estén «minadas» de excrementos.

Por su parte, residentes en El Pla sostienen que la Concejalía de Protección Animal tendría que involucrarse en el problema de los excrementos de los perros, «diseñando campañas de sensibilización» para que los «dueños cumplan con su deber» y no se mire «con malos ojos» a las mascotas.

Satisfechos con los efectos de la reordenación del servicio, en manos de UTE Alicante, se muestran también desde la zona de Altozano y Los Ángeles. La presidente de la asociación de vecinos, Belinda Carbonell, reconoce que las calles están «bastante más limpias», a la vez que critica a los ciudadanos que tiran basura a las aceras o que la dejan fuera de los contenedores. Sobre este asunto, desde la asociación de vecinos reclaman al Ayuntamiento que vuelva a colocar el número de teléfono de recogida de enseres en los contenedores colocados en las calles.

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