Tanto Esquerra Unida como los sindicatos de enseñanza de CC OO y STEPV han puesto en marcha sendas campañas contra la LOMCE que los primeros denominan de «insumisión» y los últimos de «desobediencia e inaplicación», con el objetivo de que las consecuencias negativas que estos estamentos advierten en la nueva ley, no se lleven a la práctica en los centros educativos. Sugieren adoptar medidas a través de las actitudes de los directores, permitiendo la participación e implicación de las familias que resta el nuevo texto legal, o aconsejando la elección de materias ajenas a la Religión para mantener el espíritu «laico» de la enseñanza. Catalá fue ayer contundente: «Las leyes están para cumplirlas y la LOMCE se dirige a erradicar el fracaso». V. B.